In Poesía

CANTO AL VERANO

las caricias de la arena pálida
el sol fulgurante y abrasador,
azules celestes y brillantes
olas en su crujir obstinado e incesante.
La mirada perdida en lo vasto del horizonte
el instante total con sabor a eternidad,
suspiro desde el hermoso ombligo del universo.
Canto de verano con cielo y majestad,
ráfagas de palmas firmes y exóticas
la fotografía en faena del tumbacocos,
estampa con el crujir desde el brillo de su vaina y machete
generosas manos con cocos repletos de místicas aguas,
sorbo a sorbo, bocado tras bocado de tierna masa
masa única, carne de dioses del trópico.
Canto de verano con cielo y majestad,
flotar con entrega y gravedad terminal
aguas templadas en sal marina,
instante preciso batido en alma del mar
todo o nada desde el rugir de lo profundo.
Canto de verano con cielo y majestad,
una mesa de madera carcomida por el salitre
camarones frotados en ajo y mantequilla,
tostones firmes con dejo de sal.
En el centro yaniqueques y pescado frito,
grasa y color con sabor a Caribe imperial.
Canto de verano con cielo y majestad,
simple canto, cóctel de recuerdos e instantes
la belleza en lo simple de ser y estar,
verano con calor y realidad, sois necesidad.

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