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LEONARDO

Leonardo da Vinci genio universal y polímata por antonomasia. Nació en el año 1452 en Vinci pequeño poblado en las afueras de Florencia. Hijo de Piero da Vinci, importante notario y embajador de la República de Florencia, por demás proveniente de una rica familia noble, y Caterina di Meo Lippi humilde campesina del pueblo. Pasó sus primeros años junto a su padre Piero lo que le permitió, aun siendo hijo ilegítimo y todo lo que significaba esto en aquellos tiempos, acceso a la cultura y el conocimiento. Su contacto, observación y exposición con la madre naturaleza desde sus primeros años le marcaron y provocaron en él ese sentido particular simple pero vanguardista del cosmos. Leonardo es sin dudas el símbolo que personifica el hombre del renacimiento. Pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.

Leonardo da Vinci es considerado la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás haya existido. En realidad era incansable, un orfebre impenitente del intelecto, el estudio y la creación. Desde muy pequeño destacó en el dibujo. Su padre al saber no podría legarle -a la usanza de los tiempos- su carrera de notario y tampoco podría heredar sus tierras y riquezas por ser hijo ilegítimo, procuró encaminar a su vástago por otros senderos. Es entonces, dada las relaciones del padre y su indudable calidad en el dibujo,  que inicia su labor como aprendiz en el afamado taller del artista florentino Andrea Verrocchio. Quien poseía un centro multidisciplinario en lo cultural y artístico. Además de la más granada clientela florentina, incluyendo por supuesto a los amos y señores de aquellos predios los Médici. Aquí el joven Leonardo trabaja en toda la gama de las artes plásticas incluyendo confecciones de muebles y banderolas. Estudio todo tipo de técnicas incluyendo ciencias como geometría y matemáticas. Logra su consagración y fama como artista en toda la sociedad florentina cuando participa junto a su maestro Verrocchio  en la obra -El bautismo de Cristo- donde pinta el Ángel de la misma con una fluidez, técnica y calidad vanguardista que el propio Verrocchio se sorprende y jura nunca mas tocar un pincel. Al sentirse pequeño ante los trazos y la técnica de su discípulo, quien logro dar vida y movimiento a su personaje con un toque excelso, elegante e único. Luego probablemente fruto del éxito y el fervor de la competencia, unos temas legales de índole sexual le traen consecuencias en lo social y hasta en lo emocional para  su producción ante la sociedad. Esto lo lleva a una fuga geográfica a otras latitudes tras enviar carta al hombre fuerte de Milán Ludovico (El Moro) Sforza.

En Milán al servicio de Sforza -en las cocinas de Sforza se inventó il Pannettone- dio muestras de su grandeza como escultor con una estatua ecuestre en honor al padre de Ludovico. También sus dotes de ingeniero con ideas e herramientas para la fortificación del castillo como la invención de un puente que al pasar el enemigo se desmoronaba. Desde lo pictórico queda el impresionante mural  -La Adoración de los Magos-  de singular belleza y atributos místicos según las interpretaciones de los códices de Vinci. Luego de las invasiones francesas da Vinci busca de un nuevo mecenas -necesidad imperiosa donde demostró grandes dotes para cautivar e impresionar para que lo contratasen- y presta sus servicios al Duque de Venecia. En Venecia desarrolla sus talentos de ingeniero militar e arquitecto brindando técnicas e ideas para la protección de la ciudad de un posible ataque naval de los turcos. Destaca la invención de un tipo de escafandra con un casco para surcar los fondos marinos. Propuso también un sistema de esclusas para hacer posible el levantamiento del curso del río Isonzo y así poder inundar toda una región que cubría las cercanías de Venecia.

Tras años vuelve a su natal Florencia repleto de gloria. Allí ha de rivalizar con grandes artistas en la cúspide del renacimiento italiano como Miguel Ángel. Luego de las guerras con el Papa, los Médici pactan la paz. En un gesto diplomático-cultural envían los mejores artistas florentinos a pintar los frescos de la nueva capilla Sixtina como símbolo de concordia y buena voluntad. Desde Miguel Ángel, Rafael a Botticelli parten a Roma. Leonardo fue excluido de este grupo. Esto lo marcó en sus ánimos. A partir de ahí inicia su pasión por el cuerpo humano, la disección de cuerpos junto al estudio profundo de cada detalle y parte humana le hacen un experto de la anatomía. Llegando a diagnosticar el primer fallecimiento por endurecimiento de las arterias. El hombre del Vitrubio  imponente. El ser humano como la medida de todas las cosas, resalta como el centro, sale de los conventos. Alfa y omega símbolo del renacimiento italiano. Luego presta también sus servicios brevemente a los Borgia en el área de ingeniería y desarrollo de armamentos.

Si bien su gloria e eternidad descansan en su pincel y lienzos de obras pictóricas como La Gioconda -símbolo de la perfección en el trazado y su insuperable técnica- la cual se exhibe en el museo del Louvre y literalmente no tiene precio. La última cena repleta de misticismos. Dando vida, movimiento a cada gesto y mirada de aquella cena inmortal de la cofradía del Mesías. Incluso aportando símbolos al conocimiento, la realidad histórica – al igual que sus 22 códices-  con el debate de si a la diestra está María Magdalena (El manto de misterios de sus múltiples afinidades caldo de cultivo para autores como Dan Brown). Sus últimos años los pasa en Francia bajo el mecenazgo del Rey Francisco I y falleció el 2 de mayo del 1519, en la capilla de Saint-Hubert de Amboise, Francia. Para nosotros la grandeza de Leonardo da Vinci, mas que pintor, fue ser el hombre símbolo de sus tiempos. Un alma que destilaba el sabor y aroma profundo de la luz del renacimiento, el éter visceral y musculoso que simbolizó la sepultura del oscurantismo del medioevo. Su genialidad, sus multidisciplinarias capacidades que impregnaron al ser con su rostro, la libertad del pensamiento y el espacio total para las ideas sin cortapisas ni la estrechez de los claustros eclesiásticos.  Su códice sobre el vuelo de los pájaros es por si las bases de la aviación y el concepto de polis actual, junto a sus estudios sobre el helicóptero, el submarino y el automóvil.

Su genio divino y su mano divina le merecieron expirar sobre el pecho de un rey, sentenció Giorgio Vasari. Hoy pues a 500 años de su partida terrenal el mundo clama por los Leonardo. Hombre epocál y de civilización atrevido, que torvan cada 500 años. Que trascienden sus confines y las oscuridades de sus tiempos. Inconformes con el Status Quo, capaces de definir la sociedad mas allá y fuera del cajón habitual.

Desde este Caribe frontera imperial rendimos pues culto a la memoria de Leonardo da Vinci. Gratitud y respeto a su inmensa obra y legado. En cada paso, en cada gesto de sus maquinaciones y desvelos con el rubor de las aguas del Arno. Desde la majestad del Duomo de la catedral de Santa María de Fiore su espíritu. En el olor a poder y gloria de la galería de Uffizi en la bella e histórica Firenze. Junto al manto repleto de hilos dorados y espumas de estrellas del maestro florentino; que cubre toda la humanidad e irradia luz, conocimiento y sabiduría.

 

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