Un torrente de tristeza
como flujo de olas obstinadas.
Un antes y después,
que desaparecía un ciclo vital de la vida
para siempre.
El recuerdo ya
como candil perpetuo.
Los olores
el interminable amor materno,
ascendía a las nubes celestiales
del Omnipotente.
Partía al más allá
el verdadero y genuino amor me trajo al mundo.
el corazón que como brújula,
vibraba desde lo místico para guiarme.
Para siempre apoyarme,
y ser mi más fiel seguidora
en todas mis empresas.
Amor filial,
medida de lo infinito
como gotas del universo eterno.
Madre
Mamá
primer gesto,
primera guarida,
manantial inexpugnable.
Puerto seguro,
plano amoroso para acceder,
las puertas y los caminos.
Primacía de las instituciones
para desafiar miedos y vacíos.
Apoyo incondicional
te vas de este plano para no volver.
Para florecer en el llanto
de los desamparados.
Tú vida
tú ejemplo inmarcesible
en cada bocanada,
en cada gesto,
en cada suspiro,
en cada ápice que palpita
en mi vida.
Gracias a la vida
lloramos de gozo
por tus versos y cantos.
Gracias a la vida
acariciamos tus principios,
tus valores sembrados
en cada brisa,
con cada recuerdo,
en cada aliento,
con cada sueño.
Gracias a la vida
pude cuidar de tí,
pude reciprocar tú entrega,
pude besarte infinitamente
estos casi 1,100 días
en tú extraño curso de preparación
para la vida eterna.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Gracias a la vida
pues aún desde mi corazón no sé despedirte,
el hecho biológico consumado,
no logra descender del pensamiento,
transitar las venas,
y aquietar el alma.
Gracias a la vida
el peso de mi vacío,
fluye
como hojas otoñales,
para acompañarte en tú viaje.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto
tú canto Mamá querida,
que es mi canto.