Un rugir de olas y espumas adornan el silencio en Ipanema. Río de Janeiro despide a Joäo Gilberto con toda la elegancia del Bossa Nova. Su padre fundamental en aquella exquisita fusión de samba y jazz. Gilberto artista esencial, pieza clave en la internacionalización de la música Brasileira a partir de los años 60.
Cantante, guitarrista y compositor de altos vuelos. La chica de Ipanema es una pieza clave de la composición latinoamericana del maestro Carlos Antonio Jobim. Sin embargo gracias a Gilberto es un producto musical con categoría de universal y atemporal, que logró trascender fronteras y generaciones para habitar en el parnaso de las canciones de siempre. A ser parte de la discografía de todo amante de la buena música, y pieza de ensayo de grandes músicos. La grabación de la chica de Ipanema junto a su esposa Astrud Gilberto y al músico estadounidense Stan Getz en 1964, fue una contribución crucial al género Bossa Nova. Un aporte a la globalización de la calidad al incorporar la deidad del saxofón de Getz a sus hermosas composiciones. Colocó en el mapa del placer y el disfrute de todos los melómanos del mundo a Río de Janeiro. Con toda su cultura, derroche de pasión y alegría.
Tal como apunta Caetano Veloso discípulo del movimiento, mejor que Gilberto solo el silencio. Innovador, maestro que como los grandes plasmó pautas, creo nuevos universos y generaciones de alumnos. Son muchos los grandes músicos que han rendido tributo a este gigante. Desde Gal Costa a Pat Metheny recordándonos aquellos versos desde la arena y el sabor a piel de la garota de Ipanema. Hoy, al saber de tu partida me despido. Escucho tu elegante voz. El agradable y hermoso soplar de Stan Getz que riela todo el torrente sanguíneo, junto a tus melódicas y apacibles notas. El recuerdo de tantos besos u amores furtivos de juventud plegados de sueños. Aquel ritmo con cadencia al calor del encanto y delicados versos. Mira que cosa mas linda, mas llena de gracia…..Camino del mar, camino del mar. Revue Joäo Gilberto!