LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
"La diversidad es el motor del la invención.
Genera creatividad que enriquece al mundo."
Justin Trudeau
Primer ministro del Canadá
Davos, Suiza, enero de 2016.
La primera revolución industrial fue hacia finales del siglo XVIII y cambió la forma en la que se generaba energía para producir. Esa revolución industrial cambió la historia de la humanidad, nos permitió generar energía de forma masiva a voluntad, y, en consecuencia, cambió la forma de producir, y se abrió la puerta a posteriores cambios tecnológicos. La siguiente, hacia 1870, de la mano de la electricidad, cambió la división del trabajo y permitió la producción en masa. La tercera, con el procesamiento de la información, el uso de electrónicos y la producción automatizada, arrancó a partir de 1969, con su consecuente achicamiento del mundo, y gigantescos avances en la comunicación y procesos, el sentimiento de lo instantáneo permeó al ser y la materia. Los expertos dicen que los cambios que se suscitan hoy en día no son meramente una construcción sobre la tercera revolución, sino una nueva era en sí misma.
La velocidad del desarrollo tecnológico actual no tiene precedente histórico y está alterando prácticamente todas las industrias en todos los países. No se sabe bien cómo nos afectará, no se dimensiona aún su magnitud y no está claro cómo cambiará la estructura de las economías ni la forma de relacionarnos; de lo que sí tenemos certeza es de que estamos en los albores de una nueva era, y la reunión de Davos, en Suiza, donde pernoctan los 1,500 líderes globales, la elite dirigente que traza pautas y dirige los destinos de la aldea global, está dirimiendo en este foro, los destinos de la humanidad, la proyección de la inminente pérdida de empleos con la robótica, la construcción y fabricación 3D, etc., etc… Se comenta, solo en el primer mundo, la pérdida de siete millones de empleos por los desplazamientos de la máquina por el hombre… Poco se ha hablado de pobreza en Davos, poco de desigualdad, poquísimo de inequidad en la distribución…
Sórdido como las máquinas, el globo terráqueo no se detiene, sigue adelante con tropiezos en busca, sus elites dirigentes, de más lucro, más progreso… hasta la mater terra sufre el desenfreno de la avaricia, del ego… nunca es diferente… A pesar de todo, la humanidad progresa, soñamos con un mundo más justo, con más progreso y oportunidades para todos.