Sería el derrumbe del muro de Berlín el inicio de la decadencia de los organismos internacionales. Aquellas palabras disruptivas de Reagan a Gorbachov serían el génesis, la zapata de un nuevo orden mundial para la sociedad abierta y el imperio norteamericano. El poder total ciega y arrebata. Nubla el sano juicio. Insufla los egos y el falso sentir de autosuficiencia. Fue Kosovo el inicio de la maldición. La ruptura de las reglas. La maledicencia impuesta por los dueños del nuevo poder global hegemónico para utilizar los organismos internacional a su conveniencia. Al acomodo de sus intereses y deseos del momento. El imperio, como supra estado por encima de las reglas del juego, del derecho internacional. Según los designios y el interés supremo de la razón de estado imperial, son o no son válidas las leyes y los mecanismos de los organismos internacionales en la global relación entre las naciones. Irak fue un primor junto a Afganistán. El aberrante ataque del 911, por primera vez un ataque en suelo imperial, fue un sentir de patente de corso para actuar contra los "culpables". Las sucesivas expansiones de la OTAN en la periferia de Rusia una metáfora a la guerra. Son estas dolosas acciones. Son estos contrasentidos, de la mayor democracia y el estandarte como estado del mundo civilizado y libre, los que han dado cabida al populismo y el posible ejemplo a seguir como opción alterna de estados autocráticos como China y Rusia, para descreer y fomentar la confusión con manipulación de muchos amplios sectores (ávidos de cambios y mejor suerte sin pensar como) de que es realmente lo bueno o lo malo. Son estas contradicciones y deshonestidades del gran imperio del norte, son estos delirios de imponer su relato en vez de atraer como fue en la Guerra Fría, lo que ha brindado la posibilidad de socavar la sociedad abierta y el indudable aporte de la globalización y la libertad al desarrollo vertiginoso de la especie humana en los últimos 70 años. La crisis de liderazgo, la división a lo interno de los Estados Unidos y en todo el globo terráqueo son un producto de la mala gestión imperial. Del mareo de las alturas en soledad. De la ya indudable decadencia del policía global.
La ONU es el vivo ejemplo de lo inoperante y los despropósitos de la mal llamada comunidad internacional para con los demás miembros que no son parte del consejo de seguridad, ni pertenecen al club de países ricos industrializados. Atrás los tiempos de Bretton Woods, plan Marshall y el sentir de pertenencia como especie. En el olvido un planeta, una especie y una civilización. Haití es una desgraciada realidad de cuando no sé es parte de los intereses, de las prioridades ni de la agenda del club. Haití conglomerado bestial y fallido. Sin posibilidades algunas de salir del fango por si mismo. Haití acéfalo de instituciones. Incapaz de dotar a sus ciudadanos de registro civil. Haití con 5 o 6 familias ricas del Levante, malditos sin raíces y sin apuesta a desarrollar las tierras que le vieron nacer e enriquecerse. Estados Unidos hablando de democracia y elecciones para Haití, sin tener los mismos haitianos los recursos y la posibilidad de gestionar ese estadio de civilización. Pero todo eso es gadejo. Irresponsabilidad imperial. Mirar para otro lado con un olímpico se me importa, junto a sus lacayos e inoperantes organismos internacionales.
Fue el 12 de Abril 2023 cuando el alto comisionado para los derechos humanos Volker Türk, nombró como "experto independiente" para Haití al abogado estadounidense William O2Neill. Más de lo mismo, con evasión de politiquería barata. Lejos la verdad de tomar el toro por los cuernos para establecer un fideicomiso a 50 años, para desarrollar y gobernar aquél crisol miserable y desafortunado. Fue la semana pasada el 28 de Julio, tras 10 días evaluando y observando in situ la realidad haitiana que el procónsul imperial de los derechos humanos internacional declaró: " La violencia incesante y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Haití no permiten actualmente el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos al país". Ah la gran preocupación migratoria de estas almas salvajes que no son permitidas, arreadas como bestias en los confines imperiales pues es diferente el Bravo al Masacre. Prosigue O2Neill: "Algunos de los métodos de repatriación utilizados no cumplen las normas de derechos humanos y violan los acuerdos bilaterales de migración. Ante las decenas de miles de migrantes repatriados a Haití, instó a poner fin a las deportaciones masivas e instó en concreto a la vecina República Dominicana a respetar sus compromisos al respecto." No se habló de tráfico de armas, todo por supuesto desde la Florida Estados Unidos. Tampoco se habló del como y porqué de las bandas. Ni de corrupción. Mucho menos del magnicidio que detonó lo que ya estaba. Tampoco de fideicomiso, ni de compromiso con responsabilidad de la comunidad internacional. Tampoco del grupo Montana con la posibilidad de concertar una gobernanza con las élites intelectuales-pensantes con raíces y sentir nacional. Mucho menos se mencionó el conglomerado "diplomático" Core de viejos colonizadores, incapaces de ser sujetos reales de solución. Ni hablar pudiesen ser llamadas repatriaciones aquella imagen de vaqueros gringos arreando morenos en su frontera.
Mr. William O2 Neill hace usted un flaco servicio al derecho internacional y al imperio de la verdad. Sus afanes humanísticos como causa, son una quimera que fortalecen como mal esta triste y diluida sociedad líquida que aludió Zygmunt Bauman. Es usted un burócrata observador de formas y manuales institucionales, alineado a las conveniencias imperiales sin el rigor científico ni profesional que damandan las ciencias sociales. Fue usted un enviado con despropósitos deshonestos. Su servicio lacera más la fragilidad de la comunidad internacional. Sus declaraciones lacayas no aportan a la tan necesaria gobernanza mundial. Es usted una chispa más para el caos y lo inoperante de sus acciones para los anhelos de libertad con cierto orden establecido democrático y reglas mundiales para la humanidad. Es usted un homo homini lupus sin color, ni peso moral para ser referente y mucho menos portavoz de la verdad e interpretacion de las leyes del derecho internacional público. Tampoco símbolo de estatura con liderazgo para empujar los cambios necesarios. Haití requiere compasión con generosidad. Un pater familia que organice y los dirija. Ningún estado del globo terráqueo a demostrado con acciones, mayor preocupación por Haití que la República Dominicana. Jugar a que ambos lados de la isla son la misma vaina. La misma negritud con diferentes idiomas es irresponsable. Un olímpico desconocimiento de la historia. Los organismos internacionales, desfasados para las necesidades del siglo XXI, mejor llamados a liderar desde el ejemplo necesario. Hoy actúan como instrumentos en contubernio aunado con la célebre protagonista sociedad del espectáculo que hoy todo permea, para azotar los cimientos del orden mundial. Los "líderes" de la diplomacia multilateral trabajan abiertamente para terminar de flagelar la ya alicaída reputación de los hoy burocráticos e inoperantes organismos internacionales.