En víspera de la fiesta de todos los santos y, fieles difuntos. En un frenesí de muecas con barbarie, un enjambre humano ensordecedor tomó la ciudad de Ovando. Interconectados, hordas arrebatadas por el shangrila de los tiempos, reaccionaron al llamado del "influencer" del vacío nacional de la época. Un clavo en la zona de 200 mil era el anzuelo. Poseídos. Vencidos por la ignorancia y, la real calamidad de la exclusión. Como una manada sin formación ni propósitos. Un ejercito de NI NI bajaban con ímpetu, para secuestrar la noche y mancillar los cielos de la ciudad del gran desarrollador.
Sexo de calle. Basura con gritos y brincos apabullantes. Secuestrados por una nota que derrota, trepaban paredes y brincaban bellos balcones como especies de selva salvaje. Un ruido que llaman arte urbano, como cortocircuito para responder como presas al tráfico de estupefacientes. A los designios del nuevo poder de los narcos, presentes ya en las esferas del poder desde el congreso a la nueva cerveza "nacional". República del tigueraje que impera y reina. Influencers con el valor de sospechosa procedencia y proceder. Artífices del nuevo sueño dorado de la realización nacional con vehículos de alta gama y todo el tropel de armas, joyas, Louis Vuitton o Cartier. Organizadores de los conciertos de los tiempos. Dueños del nuevo lujo y, de las amantes codiciadas por las mayorías. Vistas por muchos hasta en sus entrañas, como monetizadoras de su poder sexual. Las divas vacías sin el charming de la Monroe, pero realizadas por la fama que impera y gobierna. No solo las redes, hasta la prensa sucumbe al materialismo hueco y de mal gusto.
Todo se lava y, todo se olvida. Al golpe de muecas, Sodoma y Gomorra imperaba como fiesta en el Caribe para celebrar el cementerio de Gaza. Al golpe de un pase o una linea de crédito infernal, una gigantesca energía de sexo grupal y ensordecedor, desterraba la imaginación para humedecer con mal gusto los hermosos adoquines de la ciudad de Ovando. Tantos años de corrupción e impunidad pasan factura. Circos van y vienen. El poder barrial en la Primada de América recordaba a las bandas colindantes. A los Chérizier con sus cuartos y familias de este lado ya, coqueteando con la posibilidad de vandalizar toda la isla. La nueva Montonera ya sin ideologías ni sueños de patria. Envenenados, sin principios ni valores y con grandes carencias de ejemplos. El final y los resultados del 4% son de pesadilla. El verdadero desarrollo sucumbe a la barbarie. Ovando mancillado. Salomé en ruinas, con la vista de la Atarazanas. Profanada la vieja ciudad, con aroma a disolución y circo electoral.