Tiempos de abundancia con fragilidad espiritual. La bondad hoy es un valor en escasez. En un mundo donde abunda la información, el conocimiento, lo virtual, lo instantáneo, de la mano del despliegue material millones y millones de almas en nuestra sociedad líquida anhelan lo básico. El rencuentro con la esencia, la mística y el valor de lo espiritual. El pan que da sentido y propósito a la vida. Ayer 13 de noviembre era el día internacional de la bondad, cualidad de bueno. En Gálatas de las sagradas escrituras, la bondad es un fruto del espíritu de dios. Nos dice tenemos un dios bondadoso. Dios es bueno y su naturaleza, su bondad está en todo lo que creó. Tal cual afirmó Spinoza: dios en todo y todas las cosas.
La bondad es una de las cualidades humanas que mejor refleja la esencia humana, pues la persona bondadosa es buena, benigna y benévola. Es amable tiene inclinación por hacer el bien. Lo hace con afecto, comprensión y respeto. Parecería que con bondad se nace. Brota de los manantiales sublimes de la creación en la conformación de nuestras células, ADN y cada nervio del alma esencial. Richard Davidson doctor en neuropsicología e investigador en neurociencia afectiva plantea que la bondad se entrena. Este doctor nacido en New York, profesor de psicología y siquiatría en la universidad de Wisconsin promueve el desarrollo de políticas basadas en los que nos une, solo así podremos reducir el sufrimiento en el mundo afirma. Dice Davidson: creo en la amabilidad, en la ternura y en la bondad, pero debemos entrenarnos en ello.
Somos de los que pensamos que los pensum educativos deben ser reformulados, refrescados con los tiempos. Incluir materias en la primaria como la bondad, el amor son pues necesidad. Sembrar el concepto holístico de academia de los Griegos en cada ser. Promover sabiduria, saber vivir. Derramar en cada alma el valor y la necesidad de ser humanos. Aprovechar los recursos tecnológicos y la conectividad – en el 2015 la población conectada era 17%, en el 2019 53%- esto genera una gran responsabilidad para las empresas del sector tecnológico y los gobiernos del mundo para verter en estas autopistas virtuales la imperiosa necesidad de modelar para regir las vidas humanas en valores y principios espirituales como la bondad. Un buen ejemplo de impacto masivo fue la inauguración del nuevo streaming Disney plus; recibió 10 millones de suscripciones el primer día. Cuanto se puede hacer con estos recursos, más que los impactos de la imprenta y la rueda. Que valioso seria tener estos recursos e impactar por ejemplo con una charla global del Dr. Richard Davidson; sobre el valor de la bondad, sobre la amorosa posibilidad de que se puede cultivar, promover e incorporar a miles de millones de vida en la aldea global, es accesible con apreciarla y quererla. Educar y forjar conciencia del impacto positivo de practicar la bondad en todos y para todos . Llenar el vacío de un concepto Hegeliano de familia que ya no existe, y solía suplir estas necesidades básicas del ser. Dar matices de grandeza humana a lo individual que reina e impera, a la conectada pero sufrida soledad.
Es cierto la importancia de la cuarta revolución. La necesidad de adecuarnos a las puertas y el sabor de los albores de la nueva civilización. Pero sigue siendo desde el brillo del renacimiento el ser humano, la imagen del hombre del Vitrubio la medida de todas las cosas. El mundo y el país, el campo y la ciudad necesita más bondad. Más humanidad en procura del amor, la justicia y la anhelada real convivencia en hermandad. Las fracturas del contrato social en muchos conglomerados del mapamundi son alertas, señales divinas. Los necesitados, los sedientos que hemos peregrinado pues a la fuente de luz, más allá de los Rousseau y los Hobbes. Los que perdidos en oscuras selvas cual Leviatán, llamados por la derrota y la aceptación no necesitamos -fruto del dolor de la experiencia- del temor y el imperio de la ley para entender la necesidad de practicar con corazón la bondad en la hermosa posibilidad de nuestra condición humana en todos los aspectos de nuestras vidas. La bondad es buen negocio, un valor de gozo con propósito que da legitimidad y honra la existencia. Es real y eterna. Ya decía el brillante escritor Ruso León Tolstói: "No hay grandeza donde falta la sencillez, la bondad y la verdad." Es pues un inventario como herramienta útil, contabilizar los actos de bondad en busca de la casa original razón de razones. En el silencio de una acción que no espera. Dad lo bueno a imagen y semejanza.