Una manada de elefantes retumba los laberintos de mi cerebro,
de que vale preocuparse y afanarse, todo se torna irresistible al trópico.
Aquí el truhan de poco valor humano y retrato de la decadencia gobierna ,
el corruptor premia, el deshonesto hace opinión publica y modela sus miserias ,
la mentira, el triste olor de los bufones atraganta, la vanidad es el santo grial ,
los supuestos a poner ejemplo lavan propiedades a los corruptos, la viveza se premia,
se enseñan y exhiben con morbo y mal gusto los frutos azarosos del atraco ,
el sabor del éxito putrefacto es adorado y buscado, son muchos los que lo anhelan ,
la distorsión impera, la barbarie del egocentrismo abruma la paz, sálvese quien pueda ,
carente de real liderazgos con valor, agoniza la amada patria en el alma y sus venas ,
mancillada toda la bondad e ingenuidad del pueblo, se siente el furor de la gleba ,
porque la justicia pierde y enseñorea sus intimas miserias, los hornos infernales destilan ,
aún brillan los valores de la montonera, del generalísimo de comarca de turno ,
la mañosa perdura en los gustos y costumbres de las masas y monta al jefe.
Ohhhhhhh siniestros tropicales elefantes, salid de mis cortezas intimas ,
aquí vendrán tiempos mejores, retumbará en el firmamento el verbo del prócer ,
descenderá en las puertas de Diego, al igual que Juan Pablo la decencia y el honor ,
cantaremos junto a Popper las bondades de la real sociedad abierta ,
el valor de la democracia y el peso de las instituciones, llegarán las cuchillas de Robespierre ,
el peso crudo pero necesario de las guillotinas desde el hedor apacible del parque Colón ,
con la calma y elegancia del célebre palacio de Borgellá, sentiremos brisas de libertad.