Cremosa generosidad de los dioses. El poder milenario del chocolate que evoca, provoca y transforma. Les comparto este Mousse Chocolat a lo Jacques. Luz de sabor en cada cucharada, en cada caricia excelsa por todo el paladar.
EL PROCESO
Luego de trocear la barra de chocolate Lindt al 70%, la de Embajador y los cuatro besitos de Hershey lo ponemos todo al baño de María con la mantequilla. Poco a poco con cuchara de goma vamos incorporando todo mientras derriten lentamente. Al mismo tiempo calentamos en una olla la crema de leche con dos cucharadas de azúcar y batimos con ternura. A parte en un recipiente batimos 2 claras de huevo con 3 cucharadas de azúcar hasta poner a punto de nieve. En otro recipiente batimos 2 yemas de huevo con 2 cucharadas de azúcar. Una vez la fusión de los chocolates y la mantequilla este lista incorporamos a la crema de leche, bajamos el fuego de medio a moderado y batimos sin parar. Vuelta y vuelta hasta que todo sea un solo universo. Apagamos el fuego y añadimos las yemas con azúcar. Batir y batir. Ya una gratisima pasta, un profuso aroma fino a chocolate. Iniciamos el maridaje con la nieve de las claras. Poco a poco incorporamos con ayuda de alguien y batimos consistentemente hasta el todo. Procedemos a rellenar nuestros recipientes, le colocamos plástico transparente a cada uno -para evitar los olores de la nevera- y colocamos en nevera por 12 horas, o hasta el otro día preferiblemente.
INGREDIENTES (3 PORCIONES)
Una barra chocolate Lindt 70% 100 grs (o cualquier otra marca de preferencia), una barra chocolate Embajador el normal y 4 besitos de Hershey. Un cuarto de barra de mantequilla Danesa preferiblemente. Azúcar según el proceso, dos claras y dos yemas. Taza y media de crema de leche.
Para decorar podemos espolvorear con nueces trituradas por encima o preferiblemente solo una generosa corona de crema chantilly. Rápido, sencillo y sublime. El chocolate desmiente la pequeñez humana. Exalta el hedonismo de Homo Sapiens a dioses, nubes y estrellas.