Queridos Reyes:
Aún me atormentan los recuerdos de la versión local. Probablemente nuestra condición de pueblo grande. Lo magro de los presupuestos de los tiempos, dejaban la magia de Reyes a la buena voluntad y disposición de servicio de nuestros bomberos de Santo Domingo. Se hacía lo que se podía con lo que se tenía, para llevar a cabo nuestra cabalgata de Reyes.
Recuerdo fueron tiempos difíciles. La transición de la dictadura a la democracia posible fue turbulenta. La apertura con el quiebre del 78, y la posibilidad de nuevos estadios de libertad tras la pacificación post revolución fue bendecida con el ciclón David. Las carencias y lo roído del alma nacional eran universal con la década perdida de los 80. La cabalgata de Reyes del 6 de enero era un microcosmo. Un símbolo de la composición material de los tiempos.
En vez de camellos, caballos ya me era sospechoso. Salían de los bomberos de la avenida Mella y yo junto a mi abuelo, que se esmeraba en llevarme a aquél agridulce desfile, los esperábamos en la avenida Bolívar esquina Uruguay. Los Reyes saludaban desde sus caballos con su alegría posible. Siempre me he preguntado porqué los bomberos realizan oficios tan extraños y disimiles. La versión tropical de Melchor, Gaspar y Baltazar levantaban sus brazos desde sus caballos para saludar a la muchachada aglutinada. Mientras yo observaba, pero no viajaba. La poca vistosidad de sus vestimentas, el triste aspecto de sus caballos flacos y cansados. La carencia del espíritu de Oriente. La ausencia de la pompa y la magia era notoria, por tanto me producía una estela de sospechas habituales por todo mi hipotálamo al pasar la cabalgata. Aún así. El amor por servir era palpable. La posibilidad de repicar la cultura cristiana de la Epifanía era un hecho en la ciudad primada de América.
A mi me dejaba Papá Noel. Creo en mi casa valoraban el hecho de más días de vacaciones para poder jugar y disfrutar con los nuevos juguetes. Pero el 6 de enero me tocaba algo siempre. Un retazo, un detalle para culminar la magia de la navidad y empezar un nuevo año. Recuerdo siempre arrancaba un poco de yerba del pequeño patio de mi casa la noche del 5 y, la dejaba debajo del árbol de navidad junto a 2 o 3 Montecarlos que era la marca de cigarrillos de Papá.
No los voy a cansar, ni abusar de su tiempo con recuerdos de este hombre ya de 53 años. Vamos al grano queridos reyes. Aquí van mis anhelos y pedimentos. Mis sueños de sentirles desde el poder de Las Mil y Una Noche. Junto al exótico aroma de Bagdad y Damasco esparcido por toda mi memoria con sacos de mirra, incienso y oro. Vuelvo a ser niño y soñar con la magia de sus caminos y sus estrellas.
Empiezo: necesitamos una reforma fiscal integral. Una nueva visión del país posible a futuro como la del 92. Pongan orden en el desorden de la Ruta de La Seda de los chinos en estos trópicos. Que se haga ya realidad el deseo de un fideicomiso a 50 años en Haití por parte de la comunidad internacional, con autoridades permanentes suecas y danesas. América para los americanos. Con la posibilidad de buenos negocios para los Trump en estas latitudes con un Marshall americano, para afianzar nuestros negocios y nuevas posibilidades expansivas desde Manzanillo. Europa cohesionada para revitalizar Occidente. Una nueva era con una renovada construcción de la comunidad internacional, que valora los beneficios de la paz.
En lo local más detalles específicos apreciados Reyes: ley y orden en el tránsito. Un Candelier que se case con la gloria. Sólo cinco provincias como los cacicazgos, y proceder con una verdadera e eficiente reforma del estado para optimizar el uso de los limitados recursos. Reforzar aún más el Infotep con más vocaciones técnicas y servicios. Reenfocar los recursos para la educación hacia la iniciativa privada. Promoviendo becas oficiales enfocadas en la promoción de verdaderos valores y resultados. Desincentivar la corrupción con impunidad, promoviendo ejecuciones a corruptos y corrompidos en el parque Colón todos los domingos. La creación de un estado profundo local, con tecnócratas con robusta formación macro y verdadera vocación de servicio.
Para este mortal amados Reyes salud con paz, serenidad, amor, prosperidad y todas las bienaventuranzas para toda mi familia y todo el universo. Lleva la legalidad con la justicia a todos los abusadores y malandrines, deshonestos e egomaníacos del mundo, hombres masas a lo Ortega de los tiempos. Quítame la surrapa de penita me queda en mi codo de golfista, no quiero una terapia más. A propósito de golf, seguir mejorando mi putt. Dame la posibilidad de muchas otras degustaciones de panettones navideños sin ningún tipo de consecuencias. Buena voluntad. Sobriedad, ausencia de excesos. Prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. ¡Amén!
Atentos saludos terrenales llenos de gratitud,
Jacques le Bon