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CRÈME BRÛLÉE PONTY

Un clásico. Tres países se disputan su origen: Francia, España y Inglaterra. Nos dice Wikipedia:" Se considera que la primera receta escrita aparece en el libro de cocina francés "Nouveau cuisunier royal et borgeois" de Francois Massialot en 1691. Sin embargo, hay quienes afirman que su origen se remonta a Inglaterra, donde se conocía como "Trinity cream", o incluso a España, con la crema catalana." Si bien la fusión de crema batida, huevos y azúcar ha conquistado los paladares del mundo generación tras generación. La grandeza de este postre es el poderoso contraste de la crema fría, en maridaje con la fina capa caliente de azúcar recién quemada.

Del sonido al quebrar la capa, de la sensación en el paladar al fusionarse el caramelo caliente con la crema tiernamente fría será la diferencia. Importante una buena crema batida. Valioso el aporte de las poderosas yemas amarillas producto de unos huevos de gallinas en libertad. La buena vaina de vainilla junto al poder de su interior la diferencia. Los tiempos. La ternura en el batido de cada paso son pues la grandeza. La búsqueda del poder y la luz azucarada al quemar la obra. Ese plus que lleva lo simple más allá, junto al parnaso de los dioses gastronómicos.

INGREDIENTES 4 PORCIONES

4 yemas de huevo, 60 gramos de azúcar blanca, 1 vaina de vainilla, 600 ml de crema batida Elle Vire o President, pizca de sal y 8 cucharitas azúcar morena para el quemado.

EL PROCESO

Primero encendemos el horno a 170 grados. En un pirex rectangular vertimos agua hasta que queden dos dedos y medio sumergidos los pozuelos. Introducimos el pirex con el agua al horno para ya ir calentando. Una vez llegue el momento introduciremos los pozuelos con la crema para un baño María. En una cazuela calentamos la crema junto al interior de la vaina y la vaina misma de la vainilla. Calentamos todo durante 10 minutos dándole vueltas con la cuchara de madera. Fuego lento, no debe hervir. Ya listo retiremos del fuego y dejamos que repose está crema unos 20 minutos. En un boul batimos las yemas con el azúcar blanca y una pizca de sal. Batimos constantemente con batidor de mano hasta que tengamos una crema espumosa. Una vez pasado los 20 minutos del reposo de la crema, le retiramos la vaina y añadimos la crema batida poco a poco. Colándola y sin parar de remover con el molinillo de mano hasta integrarla con el resto de los ingredientes. Aquí necesitamos ayuda. De ese derrame lento y la fruición amorosa del batido dependerá nuestro éxito. Ya la crema, volvemos a poner en la cazuela el todo y la cocinamos a fuego medio, sin parar de mover, durante unos minutos. Veremos como la crema empieza a espesar ligeramente. Luego vertemos ya la crema en cada uno de los 4 pozuelos y los vamos colocando dentro del pirex ya tenemos caliente en el horno. Horneamos durante 30 minutos. Luego retiramos la bandeja del horno, y colocamos nuestros 4 pozuelos sobre una rejilla por hora y media. Luego ponemos nuestros pozuelos en la nevera por dos horas o incluso hasta el otro día mejor.

Fría nuestra crema, retiramos de la nevera para proceder a quemarla y servir. Dos cucharaditas de azúcar morena por cada pozuelo. Con la misma cucharita esparcimos la azúcar por toda la circunferencia. Con la ayuda de un soplete quemamos toda la azúcar de la superficie hasta obtener el caramelo. Dejamos que el caramelo se enfríe y se solidifique antes de disfrutar de este maravilloso postre francés. Una maravilla gastronómica. Un clásico para el punto final de una sobre mesa memorable.

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