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DEL GLOBALISMO WOKE AL PATRIOTA

9 de enero del 2025. Temprano ya, y aún imperaba la oscuridad por todos los cielos del Serrallés. Noches más largas y días más cortos junto a una agradable brisa fría, promovían la calma con profusos aderezos de los pensamientos de los tiempos. Anselmo Paulino Roncones ya desayunaba prensa en mano a las 6:27am. En paz, se deleitaba con el último ejemplar de su amplia degustación de panettones por los tiempos. Trozos generosos de un pandoro Tremarie espolvoreados con delicada azúcar pulverizada, era un éxtasis gastronómico en maridaje junto a un café cortado a la cubana: batido en la cima con fruición y amor con azúcar morena.

Los sobresaltos de los permanentes cambios disruptivos. El caos con amplios sentimientos de incertidumbre dominaban la vida. Anselmo Paulino Roncones se sentía en un cine al recitar la frase de Alfred Hitchcock publicada en la prensa de hoy: " Para mí el cine son cuatrocientos butacas que llenar". Dada la intrascendencia de este Caribe frontera imperial, Anselmo Paulino Roncones reía a carcajadas desde una butaca imaginaria viendo la película del globo sobre la geopolítica. El desenvolvimiento de los últimos acontecimientos en la construcción del nuevo orden mundial. Mar e Lago era una especie de púlpito de los tiempos. El unísono foro de la verdad del nuevo globalismo patriota, frase acuñada por el brillante funcionario de la ONU y profesor de la Complutense de Madrid el economista Juan A. de Castro.

El poder se enseñorea con aroma a decadencia. Aliados hasta de la OTAN como Dinamarca, son amenazados hasta con el posible uso de la fuerza. Groenlandia rica en petróleo y tierras raras es codiciada por la renovada doctrina Monroe del mago de lo transaccional. El golfo de México se llamará golfo de América, en un arranque de capricho de mañana con sabor a autocracia proverbial. Panamá fue un invento gringo y, además lo construyeron. Ha de volver a los dominios de un imperio que erosiona por la flojera de pusilánimes demócratas. Vuelta a las tarifas y controles para los norteamericanos, o arrebatamos El Canal y su Zona a punta de cañones e invasiones. Canadá es parte de América. El TLC al igual que con México debe establecer ventajas reales y claras para el poderoso.

La fuerza, el chantaje, el abuso o cualquier herramienta transaccional es valida. La búsqueda del fin justifica los medios como verdad absoluta y símbolo operativo de las motivaciones verdaderas. Nada está escrito. La supuesta conveniencia marca el rumbo y traza las pautas por venir. El mundo vuelve ya oficialmente al siglo XIX. Al proteccionismo con sus fronteras políticas y económicas. Los bloques con sus grupos trazan el rumbo de vidas paralelas a un mundo que se achicó desde lo digital, para hoy renovar los muros feudales y ajenos a la órbita global. Sale el globalismo woke, y entra el globalismo patriota como vaticina Juan A. de Castro. Hegemónes, sin organismos internacionales capaces de aplicar camisas de fuerza, plantean sus anhelos imperiales como toma y daca. Groenlandia por Taiwán quizás.

Mientras Anselmo Paulino Roncones se formulaba varias interrogantes con sus posibles propias respuestas. ¿Qué podemos hacer desde este Caribe insular?. Rogar estar en la lista de los socios elegidos del nuevo mesías imperial. Ejercer una neutralidad diplomática posible desde nuestra realidad y, tomar el toro por los cuernos en lo que no nos da espacio para ambigüedades. Defender hasta con las uñas la autosuficiencia alimentaria como nos demostró la pandemia, de alta seguridad nacional. Tener muy claras y definidas las áreas de la economía que podemos explotar y desarrollar para adentrarnos exitosamente en el juego establecido por la construcción de este nuevo Orden Mundial. Se respondía Anselmo Paulino Roncones anhelando los cielos.

El 20 de enero será el inicio. Ya veremos si nueva vez una cosa es con guitarra y otra con violín. La posibilidad del populismo estilizado en un sospechoso gerente con voz de mando. Será posible revertir 30 años de globalización. Realmente conviene volver atrás a la humanidad al escenario del siglo XIX, caldo de cultivo de dos guerras mundiales se cuestionaba Anselmo Paulino Roncones. Si lo Woke era perverso y atroz. No tengamos dudas que la suplantación de dominación de las nuevas fuerzas "Patriotas" no serán angelicales ni generosas con sus desalmados opositores.

Matar a dios con el otrora globalismo Woke -hoy ya en desbandada con las icónicas declaraciones de Suckerberg- para autocrear vida sin géneros o al antojo de los deseos; son acciones anti-natura, malvadas y perversas que procuraban aplanar aquella conceptualización Georgesororiana de la aldea global. Segregar para dividir lo cierto en dominios y clases es oscurantismo pues. Volver a la necesaria fe, y temor a la vanidad infinita de la humanidad necesidad. Humildad cuántica ante las posibilidades de la IA, y tantas otras herramientas como legado de la participación colectiva de la globalización. Imperioso valorar y adecuar lo ya viejo a los cambios inminentes del nuevo rumbo de la acción humana. Bienvenidos pues a este nueva vuelta, al mundo ahora posiblemente intergaláctico con Musk como el emprendedor al timón. Quizás desde una nueva base imperial de cohetes espaciales, en nuestra Sabana de la Mar.

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