Kasán, la más exótica y bella de las ciudades rusas, será la sede de la próxima reunión de los Brics del 22 al 24 de octubre. Justo antes de las elecciones norteamericanas del 5 de noviembre de 2024. Se podría decir que las elecciones imperiales serán definitorias. Un punto de inflexión para ya concretar las vías diplomáticas o escalar la confrontación como terror para la humanidad entre el país hegemón Estados Unidos de América y, el pretendiente que quiere arrebatarle el solio del poder. El gigante asiático viejo imperio del centro Zhongguo: la China continental de Mao Zedong.
Se habla de treinta países invitados junto a los originales: Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica. El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil no está muy contento con la invitación a la reunión en Kasán del dictador venezolano Nicolás Maduro, a quien aún no ha reconocido como legítimo ganador. India, que ejerce una diplomacia inteligente e independiente como potencia emergente nuclear, mantiene serias diferencias de orden histórico ancestrales con China. Con Rusia la India tiene una relación mucho más estrecha, incluso de índole estratégico con la compra de armas. India se perfila ya como súper potencia económica. Le pisa los talones a China con una mayor y más joven población. La India con su legendaria cultura de los Vedas, su profunda espiritualidad puede jugar a ser pivote de contención y puente para la deseada paz entre Occidente y las nuevas poderosas fuerzas de la esfera asiática en la mesa de los Brics.
Lo ideal hubiese sido que, con el derrumbe del Muro de Berlín y el consecuente fin de la Guerra Fría, la buena voluntad junto a la humildad del hegemón vencedor los Estados Unidos de Norteamérica ejecutará su supremacía a la usanza del mundo de la post guerra con su espíritu de reconstrucción. Haber puesto en marcha un nuevo Plan Marshall, que tanto progreso y enormes beneficios trajo para toda la humanidad, en beneficio de las derrotadas sociedades comunistas de la Unión Soviética para atraer a sus poblaciones a las mieles del sueño dorado del virtuoso sistema capitalista. La historia nos enseña que no fue el camino se tomó. En su lugar trillaron la vía egocéntrica de la grandiosidad, solos como dioses terrenales borrachos de poder dueños de vidas y costumbres universales. El fin de la historia le llamaron desde una estratosfera hegemónica, en vez de sabiamente administrar el poder de la nueva Roma americana.
La ruptura con observar el derecho internacional y el orden establecido por parte del hegemónico. Los desmanes tras las desbandadas soviéticas. El no respetar, cuando no convenían a sus intereses, las voluntades que emanaban del seno del Consejo de Seguridad de la ONU. Como las acciones de Bosnia-Herzegovina por parte de Occidente en la mutual Clinton-Blair, que violaron el veto de China y Rusia e iniciaron esas escaramuzas de voluntades imperiales con el escudo de la OTAN. A partir de ahí se quebró el consenso global. Empezó el deterioro junto a la ya inoperante funcionalidad de los organismos supranacionales de la post guerra. El foro de los Brics es respuesta. Es contrapeso con aroma al Sur y las voces de muchos que emergen. Son civilizaciones que se resisten a las pretensiones del poder totalitario de la anglosfera para dirigir el destino de toda la humanidad.
Pretender imponer la democracia y el mundo libre a todas las civilizaciones es utopía. O como apunta el profesor John Mearsheimer un sueño imposible. El mundo como la vida, ha de ser ondulante y diverso como sentenció Michel de Montaigne. El origen del malestar está en que Occidente no supo torear las relaciones con la Rusia del zar Putin. No supo administrar los ancestrales sentimientos imperiales de Rusia. No entendió la importancia de mantener la distancia Rusia-China con sus históricas desconfianzas. No supo Occidente mantener los vínculos con China forjados con la sabiduría del maestro de la diplomacia Henry Kissinger. Ya parece tarde. La China hoy del Mandarín Xi Jinping tiene profunda sed de dominio y más poder. Quiere también ser un hegemón y, ya más allá de los confines asiáticos y sus mares. Quiere dominar toda la humanidad junto a su autocracia forma de gobernar.
La próxima reunión de los Brics será en un escenario de mundo revuelto con aroma a explosivos. Desde la pandemia una secuencia de sobresaltos y disrupciones de forma continua dominan todos los escenarios del poder mundial. Un nuevo Orden Mundial brota y se siente con cada movimiento tectónico. La junta de los Brics buscará ya galvanizar su unidad para empujar totalmente hacia precipicios el orden establecido. Una nueva moneda posiblemente denominada Brics pudiese ser la ansiada estocada. Para derribar el más poderoso símbolo de real dominio imperial: el Dólar. Parece ya tienen un alternativo al sistema de pagos Swift. Cada vez más se hace virtuosa y autosuficiente las relaciones e intercambios entre los Brics. Irán junto a Arabia Saudita en el club, es una sentencia a muerte al Petrodólar.
La aparente búsqueda de una Gran Israel -Israel Imperial del Nilo al Éufrates tal como apunta el libro del Génesis(15:18-21) delimito la tierra que le habría dado Yahveh al patriarca Abraham: Ese día, Yahveh hizo un pacto con Abraham y dijo: a los descendientes les doy estas tierras, desde el río de Egipto hasta el río Éufrates- por parte de Benjamín Netanyahu y la ultra derecha israelí con el posible apoyo de Estados Unidos sería un error. Aumentar el malestar sionista en la región, en vez de procurar la solución de los dos estados del 1947 una insensatez con aroma a lobby judío. Aumentaría las posibilidades de un inminente choque de civilizaciones. Parece Occidente apuesta a una aún más profunda desestabilización en Medio Oriente, ante la ya aparente irremediable perdida de Ucrania. Esta jugada geoestratégica galvanizaría aún más los vínculos China-Rusia-Irán. Pudiese incluso elevar la presión para entrar en acción China en sus mares y la disputa insular de Taiwan. Donde ya estarían prácticamente dadas las condiciones de un escenario de guerra mundial.
La reunión de los Brics en Kasán puede ser un poder disuasivo o más leña al fuego. El rol y protagonismo de la milenaria India y Brasil de gran importancia y trascendencia. El apoyo de Dick Cheney a Kamala Harris es un símbolo de una aparenta visión de confrontación inevitable. El deep state (Estado Profundo) no parece congeniar con la posibilidad de un poder hegemónico compartido y disuasivo entre dos polos Occidente-Asia. La insensatez, con las mochilas de todas las potencias repletas de ojivas nucleares, se cierne sobre el destino de toda la humanidad. Kasán puede ser más locura de poder o sabiduría. La continuidad de un mundo para todos en tiempos de enorme crecimiento y riquezas parece imposible. La vuelta al liderazgo de los Deng Xiaoping o los Franklin Delano Roosevelt necesario. Las doctrinas de contención de los George Kennan un imperativo, revitalizadas con los tiempos para vender desde la atracción el mayor poder de Occidente y su sociedad abierta: La Libertad.
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