La vacunación que solo crece con la sugestión pantera. Lunes, martes y miércoles es mayor el flujo por aquello de que no puede o no se debe beber romo en 72 horas. La cuarta ola de la pandemia se manifiesta en medio de una necesaria economía abierta de par en par. Parece desde la experiencia lo único seguro y establecido es uso de mascarilla, distanciamiento y manos higienizadas. Los que no han contraído el virus o eso creen dan testimonio de ello, además de una actitud de prudencia ante espacios cerrados y juntaderas numerosas o prescindir de teteos filosóficos u carnales.
El mundo desde sus diferencias preso de la globalización de todo lo bueno y lo malo. El volcán en las Palmas sigue. La crisis energética global se enseñorea. La inflación galopante abruma desde la cierta escasez y los gruesos colmillos del sistema. Un freno instantáneo de meses. Con una aceleración inmediata repleta de nervios y estímulos del sentir de la humanidad. Todo sube. Petróleo y demás commodities. Los fletes, sobre todo de China fabrica del mundo, por las nubes. Escalando todos los costos y el consecuente dolor de cabeza a la logística de empresas ante lo incierto de disponibilidades de espacios y programación de pedidos para suplir demandas. El mercado implacable ante la escasez desde la mano invisible de Adam Smith. Los estímulos globales de todos los bancos centrales en un momento crítico de bifurcación. O seguir o parar el derroche de masa monetaria ante la incesante inflación. Seguir con el mantra de una inflación pasajera. O parar y subir intereses para frenar el ritmo. Los mercados, los inversionistas, el de a pie desde el día a día aguardan desde lo incierto de que será. El contrato social global frágil. La disrupción de la cuarta revolución industrial se enseñorea al ritmo ideal de la pandemia.
Aquí desde esta frontera imperial es Octubre e inicia la pelota. El congreso acaba de hacer galas, desde una rabieta de niño malcriado, del putrefacto sistema nacional de repartos de siempre con tufo a montonera de aquella Restauración. Símbolo de un sistema político ya desgastado. Por demás zarandeado por oscuros intereses que como la supuesta sociedad civil tampoco brinda soluciones ni ofrece prédicas desde el ejemplo. El actual gobierno descansa mucho poder en esos grupos. Los congresistas son más burdos y representan intereses de mala calaña muchos. Pero por igual muchos sectores llamados empresariales o participación ciudadana chupan de la teta nacional con la misma angurria y sed visceral. Nuestros políticos son nefastos en su mayoría. Pero la realidad es que son una representación de la sociedad. Torpedearlo por deporte sin promover cambios de valor y posiciones que promuevan elevar el debate no aporta. Por igual nuestra cacareada Policía y Fuerzas Armadas. Tan necesarias en estos momentos aún su desagradable realidad. Un tranque en medio de esta crisis. Con el vecino Haití ya en el camino al caos total y la disolución, con bandas de delincuentes con posibilidad de encontrar mercado aquí y exportar su poder. Promover de forma negativa sin brindar soluciones y torpedear nuestras endebles instituciones a conciencia es criminal en medio de todas estas actuales circunstancias. Tanto libertinaje con mala fe e ignorancia de los asuntos de estado en las redes atragante, confunde y promueve el vacío disoluto. Cuanto es democracia o libertad estúpida de expresión post Trujillo. La política es una ciencia. También es arte, el arte de lo posible.
Ayer escuché a un hombre solo. En apenas un año ya se le siente la soledad del poder. Una reforma fiscal necesaria pero improcedente. Lo estéril de amagar para no dar. Prometiendo obras por doquier. Los subsidios a la electricidad, ahora a los combustibles nuevamente. Un estado elefante sin posibilidad de reducir. Un sector privado pujante en su mayoría sin privilegios con esfuerzos y tesón. Gracias a ellos y junto a la diáspora bendita nuestra economía en la realidad desde la resiliencia y vibrante pero con los escollos propios del tercer mundo. Casi 20 años de déficit fiscal. La reforma integral le tocaba a Fernández o Medina pues este hombre la realidad está desde que empezó en una tormenta perfecta. Ambos líderes de la peste púrpura no se atrevieron o no tenían la categoría de un Balaguer que si la hizo desde el valor de un estadista. Ahora sin posibilidad de reforma el estado habrá de hacer magia con lo que tiene. Seguir en un mundo surrealista sin tocar tierra e ignorar la realidad hasta que explote. O tomar el toro por los cuernos. El presidente solo. Sin estructura partidaria que le apoye. Un dime y direte de un PRD hoy PRM incapaz de hacer cohesión. Un conglomerado dado a la anarquía e indefinición. Poco estratégico desde una genética perredeista. Un escenario de surrealismo señor presidente. Habrá de escoger muy bien en esa siempre sospechosa corte a quien escuchar. Habrá de valorar su soledad y empezar a hacer. Pida conectar con la voz de Dios. Recuerde nunca le será simpático a todos. Haga su lista de prioridades ante esta realidad de necesidades y actué. Que nada lo turbe, nada lo espante. Quien a Dios tiene nada le falta.