Mundo bizarro suspiraba Anselmo Paulino Roncones. Un mundo que muere y otro que surge ante nuestras miradas, susurraba Anselmo a su fiel asistente y mejor amante Claudia Pedralles. Hastiados de la ciudad. Compungidos por la humanidad, habían escapado a unas vacaciones cortas de verano a Montecristi. Sentados en la playa del Morro, filosofaban en compañía del incesante runrunear de las olas. Se disipaban ambos lentamente, junto a las exuberantes formaciones rocosas del enorme camello gigante y el zapato. La estampa era exótica, y el recuerdo humedecido por el salitre de los versos del apóstol Martí.
Pensativo Anselmo Paulino Roncones frotaba sus manos en la arena exótica y fluida casi de color mamey de la playa. A nadie le importa Haití. A nadie le importa el terrible genocidio en Gaza querida Claudia. Ayer fallecieron quince niños gazaties de hambre. La madre que parió al cabrón de Netanyahu mascullaba Anselmo. Las apetencias personales de este halcón (apoyado por el ignorante de la historia Mesías- Redentor- Emperador- Globalista de los tiempos), y el terror a procesos judiciales por corrupción lo hacen aferrarse al poder a toda costa. Más de la mitad de los mismos judíos lo odian. Una fiera con su rimbombante idea del gran Israel, del Tigris al Eufrates. Ha provocado un genocidio hitlereano, y una caótica disrupción geopolítica. Pero a quien le importa querida Claudia, vociferaba Anselmo Paulino Roncones con la vista en el océano Atlántico.
Sin voz ya de la impotencia, se entregaron al poderoso clímax del paisaje. Bebían agua Panna y degustaban unos guineos de la zona. Días atrás, Anselmo Paulino Roncones se le habían grabado en el hipotálamo unas sardinas. Su amigo de infancia Pedrito Elmúdesi, quien estaba de viaje con la familia por Portugal en fechas recientes, había enviado unas fotografías comiendo unas maravillosas sardinas portuguesas a la brasa por el chat de amigos Loyola Lo Ninja Salvajes. Ya con hambre, Anselmo Paulino Roncones y Claudia Pedralles empezaron a degustar unos especiales sándwich de sardinas. Las sardinas no eran las exuberantes y frescas de la foto de Pedrito. Eran de conserva en oliva, pero portuguesas también.
INGREDIENTES DOS SÁNDWICH
Dos latas de sardinas portuguesas( o españolas coño son mejores) en oliva, limón, tomaticos cherries, rúcula, espinacas, aros de cebolla blanca, mostaza Dijón a las finas hierbas, 4 lonjas de pan integral Lumijor tostadas, salsa catchup, oliva y pimienta.
PREPARACIÓN
Untar ambas tapas con la Dijón. Colocar los filetes de las sardinas sin huesos. Encima la rúcula, las espinacas y los tomatitos cherries trozeados. La cebolla, toque de oliva y pimienta. Leve salseo de catchup. Finalmente esparcimos, con la ayuda de un tenedor, jugo del limón por todo el sándwich. Cortamos por mitad.
Desplegado el papel de aluminio. Anselmo Paulino Roncones dio la primera mordida al sándwich. Un conjunto de sabores y colores se fusionaban en su boca. Montecristi y los gritos de Montonera de Desiderio Arias desde el imaginario. Frugales, Anselmo Paulino Roncones y Claudia Pedralles agradecían el privilegio. La ruptura con la rutina, desde el Morro y también el sendero de las cruces esperándolos. Buen provecho mundo cruel.