In Cultura

UN VIAJE A LA HISTORIA

Didáctico al ritmo mágico de los tiempos. Un viaje a la historia es un novedoso y necesario producto cultural de la Fundación Corripio. Una precisa narración audiovisual de los acontecimientos más relevantes y épicos de República Dominicana desde la llegada de los colonizadores hasta la actualidad; versa el parte noticioso.

Con el augusto escenario del renovado Museo Nacional de Historia y Geografía, Ana Corripio en nombre de la Fundación Corripio expresó: A través de cien capítulos de una duración promedio de diez minutos cada uno, recorreremos las diferentes épocas de nuestra historia, y podremos ver como si estuviéramos justo ahí, los hechos acaecidos de una manera didáctica, resumida, pero entretenida. Prosigue Ana Corripio cautivando al auditorio ante la novedad necesaria: Exploraremos el pasado con las nuevas generaciones de jóvenes de la mano del historiador Juan Daniel Balcácer, empleando como medio el conocimiento riguroso, hechos concretos y palabras precisas, complementando con un conjunto de recursos didácticos, audiovisuales y tecnológicos utilizados por el equipo de talentos que trabajó en la parte de producción audiovisual, coordinado por Dorian Rodríguez, quienes tuvieron el desafío de convertir las palabras en imágenes, y las imágenes en un resultado audiovisual estético y de calidad. Finalizó Ana Corripio su intervención: Desde la Fundación Corripio lo hemos visto como una oportunidad que permitirá hacer que los jóvenes y niños puedan conocer muestra historia a través de las nuevas tecnologías, mediante un conocimiento riguroso, ordenado y académico, desde una perspectiva refrescante, divertida y desafiante.

Absorto ante las palabras de la ejecutiva Jacques le Bon agradecía la amable invitación de Manuel Corripio al evento. Disfrutaba estar presente ante aquel despliegue tan importante para la sociedad dominicana de estos mecenas culturales. Junto al aroma a salitre del Chevrolet Bel air del sátrapa, sentado justo detrás del gran Moya Pons, autor del más importante manual de historia Dominicana de todos los tiempos, Jacques le Bon saboreaba el video expuesto a la concurrida audiencia. Aplaudía la trascendencia de emplear estos recursos tecnológicos con contenido cultural para masificar de forma veraz nuestros relatos históricos. Para impregnar al tiro de un click a la memoria colectiva de los cimientos y los valores del sentir de la patria.

A la usanza de Youtube. Con el espíritu crítico y excelso de grandes plataformas culturales como la BBC. Empezando por donde es. Con el Prócer Juan Pablo Duarte y Díez. Con aquellas palabras del capitán del barco a Duarte al abordar que removieron su conciencia para tocar fondo y decidirse. Aquél viaje de transformación espiritual y conciencia ciudadana de Juan Pablo Duarte por New York y varias ciudades de la milenaria Europa. Las influencias de las grandes constituciones europeas, el sello de libertad en su pensamiento político con la impronta de grandes pensadores como Jean-Jacques Rousseau. El teatro como herramienta de lucha y cautivar desde lo cultural el sentimiento de nación y las ansias de desterrar al invasor. Su entrega total para personificar los versos poéticos del alma nacional.

Ante los cambios geopolíticos y posible nuevo orden mundial para la humanidad, reforzar la identidad nacional en el colectivo es un mandato para nuestro liderazgo. Bien sabemos como en la historia de los conflictos bélicos de la humanidad se borran fronteras y desaparecen pueblos ante la conveniencia de intereses e apetencias de los vencedores. los acontecimientos y fragilidades que laceran la paz y la cohabitación en la Hispaniola son una realidad de nuestro hoy. La historia como sociedades comtrapuestas pero socias y vecinas, nos obliga a recrear los hechos en nuestro colectivo una y otra vez por los medios necesarios. Desde el génesis de las devastaciones de Osorio y, las perdurables diferencias culturales como identidad humana de los dos pueblos tanto en la forma cultural y usos como especie de dos visiones y grados de civilización distintos; aún unidos y llamados a convivir como fraterno conjunto de pueblos hermanos en esta misma isla del Caribe.

Un Viaje a La Historia que provoca. Fascina para solidificar junto a los tiempos los relatos y acontecimientos que construyeron el templo de la patria. Acción precisa para mantener la llama viva en nuestro colectivo de que somos, de que estamos hechos y de donde venimos. Para enaltecer nuestros valores. Reconocer en el imaginario colectivo la gloria, al relatar nuestros hechos históricos, de nuestros héroes y de nuestro pueblo. Recrear con los recursos de un celular, una tablets o computadora nuestra razón de ser. Los cimientos de nuestra civilización isleña, la amalgama de culturas y usos que produjeron la dominicanidad. La enseña tricolor al ritmo de Dios, patria y libertad. Imperdible este esfuerzo. Oportuno para ver junto a hijos, nietos, alumnos, maestros y público en general estos fascinantes y educativos cien capítulos de Un Viaje a la Historia.

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