EL PARNASO DE LUTO

Se marchó Pedro Peix. El más nihilista y contradictor de paradigmas de los escritores de estos tiempos se fue, tras un fulminante paro cardiaco partió, donde nadie  torva este irreverente, un maldito de las letras, que con su pesimismo y cinismo exacerbado nos señalaba el lado oscuro, el portentoso Mr. Hide que llevamos dentro… Su prosa fina y exquisita, sus excentricidades, llegando a encarnar una especie de Salvador Dalí caribeño. Su fino humor negro, sus profundos señalamientos de la decadencia de la especie nos aterrizaba, nos senalaba a pesar de los logros y conquistas había mucho de decadencia y caída en nuestras almas… corroídas y ocultadas por el ruido y el virulento proceso de existir…

Tras su partida, sus obras: El placer está en el último piso, La loca de la plaza de los almendros, "Los despojos del cóndor", "Pormenores de una servidumbre"… sus innumerables artículos en la prensa y en nuestro caso personal, le conocimos muy pequeños dada la amistad de nuestra madre con su tía y con su madre, tuvimos contacto con su gran biblioteca, contacto inolvidable, sublime lugar lleno de grandes ediciones matizadas con un olor a roble y lavanda… Nuestros paseos sabatinos los sábados, buscando los aires libertinos de la ciudad intramuros… los fantasmas mágicos de la zona colonial que nos conectan con esas otras vidas.

Siempre al bajar la doctor Delgado pasaba él, poeta maldito, con su garbo, en sus caminatas sabatinas, en saco y corbata, escoltado con su paraguas, siempre mirando de frente… irreverente, taciturno, ajeno al ruido mundanal… ensimismado en la cresta de sus galantes pensamientos, absorto… narrador de sus pensamientos en el país de nunca jamás… como el poeta Campoamor: "unos pasando ven… otros viendo pasar".

Adiós poeta, rima con los cielos, en el más allá, tu descarga, la validez de tu desdicha, el valor de cargar tus versos con el dolor de tu alma…