In Cultura

EUGENIO MARÍA

Eugenio María de Hostos

HOSTOS EL SEMBRADOR

"Jamás será un deber el sacrificio del derecho colectivo."

Eugenio María de Hostos

Aún llora la tierra la partida de este gigante, persiste la tristeza en la constelación del alma educativa la desaparición de este maestro insigne, profundo educador de la especie y artífice del pensamiento científico en la escuela normal dominicana. Su obra profunda y portentosa aún cala en nuestros tiempos con el legado de muchos de sus discípulos, como los Henríquez Ureña, Américo Lugo, Manuel Arturo Peña Batlle, Juan Bosch y muchos otros que fueron centinelas y faros de luz de su obra y pensamiento.

Su legado imperecedero, en este país de pocos sembradores y muchos recolectores, aún brilla en estos tiempos. Su aporte y concepto de igualdad en la mujer, la organización nacional y racional del sistema educativo, la prioridad del conocimiento científico en todos los niveles, modernidad del pensamiento con los más avanzados pedagogos europeos de la época, sistematización e importancia de la formación de los maestros, la articulación de la educación escolar con la comunidad, la educación como herramienta en la construcción de un patriotismo latinoamericanista, la moral social como base y sustento; La moral, su brillante resumen del hombre la medida de todas las cosas, lo racional, lo que nos separa de los animales y nos hace homos sapiens…

Cuánta falta nos hacen los maestros, maestros de verdad, que prediquen con su ejemplo y puedan modelarnos y ser guías y caminos a seguir… Es en la educación donde puede estar nuestra salvación, es en la educación donde podemos rebasar nuestras limitaciones y fragilidades de nuestro climas y mezcolanzas; es en la educación donde podemos rebasar este oscurantismo de progreso humano, de valor de nuestros ciudadanos, frágiles almas carentes en sus mayorías de formación moral y cívica, faltos de ver más allá de sus patios y valorar y fomentar su polis…

Qué falta nos hacen los Eugenio Ma. de Hostos, en vez de estos hacedores de políticas enanos, estos mancos de Lepanto, resacados de la fortuna, incapaces de ver más allá de sus apetencias, ignorados por la maravillosa posibilidad que les brinda su oficio de ser partes del cambio; luces que iluminan el antes y el después…

No es recursos, no es el 4% (que por cierto es muy bueno), es saber en qué, cómo y para qué; pues más que recursos, es voluntad, es clase, es ego histórico, corazón universal, revue  don Eugenio todo nuestro cariño, gratitud y respeto a su memoria… Después de la nueva aberrante planta de carbón, es en educación donde más negocios se están haciendo en nombre de la Educación y el famoso 4%… ¡Uff! qué clima, qué calor…

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