Hoy como ayer, el poder de tus versos, la majestad lírica de tú hermoso canto. 76 años de tú oscura partida; la magia irrevocable de tú palabra repleta de alma, tú humanidad derramada en cada frase, en cada gesto literario de vuestra metáfora universal. . . . . . . . .
CANCIÓN ULTIMA
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa.
Del color de las grandes
pasiones y desgracia.
Regresará del llanto
adonde fue llenada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos.
elevará la sabana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave
dejadme la esperanza.