In Reflexión

EN BUSCA DEL ÁNIMA

El universo busca su ánima. Establecer un nuevo vínculo entre la consciencia del globo terráqueo que gira; y el inconsciente colectivo del nuevo orden de la humanidad. Aquella máxima del renacimiento, el hombre la medida de todas las cosas, ha sido suplantada por el capital; la medida de todas las cosas. A los pies de la cuarta revolución industrial, vuelve Malthus a tener vigencia. Pero en vez de los alimentos, la perdida geométrica parece será en los empleos. La explosión demográfica y la eficiencia productiva en su máximo esplendor con la robótica; mueve a preguntar el porqué y para quien tanta inteligente productividad. Si está solo en servidumbre con la codicia del capital y no armoniza con la humanidad. Sin consumidores con capacidad de compra; la sangre monetaria del capital sufre y no respira más allá. El cuerpo habla, la madre tierra grita a voces un cambio en la conciencia medioambiental, un nuevo punto de equilibrio. Establecer un nuevo ánima, para el hermoso ciclo de crear las bases para vivir el presente, el porvenir con el justo y necesario balance son pues el Santo Grial. El tablero de la geopolítica; el nuevo orden mundial con China, Rusia. La crisis existencial de occidente, con la vieja Europa y el nuevo errático contrapeso norteamericano, son una radiografía. Plantea nuevos retos y probablemente creativos nuevos caminos al capitalismo; el menos malo de los sistemas, tal como apuntó el guía y líder espiritual de los aliados Sir Winston Churchill. Y el que consideramos sin duda, mejor sistema y respuesta para el desarrollo, la más asertiva forma gregaria de la humanidad. En todo este atolladero de oriente y su inminente choque de civilizaciones, la post verdad, crisis de ejemplares liderazgos; y la suplantación de las esferas del poder y el contrapeso por el etéreo vacío del hombre de hoy; el común denominador es el cambio, como siempre. El cambio, la novedad de un nuevo porvenir. La consciencia grita y vocifera su espacio, señala el vacío de la humanidad y la borrachera de logros y progreso. La evolución hacia nuevos estados de convivencia en armonía y desarrollo, son una gran necesidad. Antes que los tambores de guerra, ya asomados en el escenario, resuenen y repiquen todo su dolor y el eterno retorno del sufrimiento y la destrucción. Invocamos a Logos; pedimos ilumine nuestra gran casa, danos pues luz y discernimiento; enfoca con la linterna de Diógenes a los nuevos Churchill y Roosevelt. Mentes lucidas y trascendentes, mas allá del mundano presente, para pasar la antorcha a las nuevas generaciones con un futuro y un porvenir lleno de fé, fortaleza y esperanza. Pensar en la guerra, como recurso de política para recomponer y crear de forma disruptiva el nuevo orden global; me hace pensar en aquellos versos del poeta John Keats acerca del ánimus:" Todo lo que me recuerda a ella me atraviesa como una lanza.".

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