Pelayo Torquemada sospechaba del espíritu de la navidad. A sus 14 años el furioso sentir del consumismo y el desenfreno de compras de diciembre le era grandemente mundano, feroz y totalmente comercial. Las peripecias atribuidas al gordinflón y simpático de Papá Noel les parecían inverosímiles y estrambóticas, fabricadas por la caja de los sueños que tira los hilos de este mundo cruel, hermoso y avasallador. Sus experiencias en el eterno intento de entender la formula del porqué, de descubrir a Santa, para despejar sus dudas, para dar explicación a su razón confundida ante un reparto tan injusto, desproporcional, y metodológicamente egoísta; donde los que más tienen reciben más y los que menos tienen reciben menos. Pelayo, desde el concepto de navidad, intentaba explicarse el mundo, con el morbo de la frustración de no recibir exactamente sus deseos y designios anhelados, batía aquella tesis sabia de los intereses creados del gran Jacinto Benavente, y refunfuñaba desde su alma, "el poder que mueve los hilos de la navidad son los mismos que mueven el mundo" exclamaba; turbado en la confección de su plan de este año, de verlo cara a cara, y concretizar la encerrona a Papá Noel y consumar un juicio sumario, su paredón de  fusilamiento cargado de reclamos y frustraciones acumuladas por años. El clima de la mancha morada, que asediaba a todo Santo Domingo, caía pesarosamente sobre las almas de la ciudad, ese sinsabor de poder absoluto que corrompe absolutamente, que envilece las naciones y destierra los aires de libertad y progreso no le era ajeno a pesar de su juventud, lo movía a buscar la verdad, a concretizar su sed de justicia e igualdad. Siempre era un referente para Pelayo Torquemada los cuentos de Navidad de naciones ricas y prosperas de mentalidad, sus experiencias literarias con Dickens, Andersen lo llevaron a su tesis de que el Santa de estos trópicos, retrato doloroso de la vitrina de la margarita en el conde , era un impostor, y por tanto su plan de descubrirlo y desenmascararlo, para consumar su juicio y sus protagonistas deseos de salvar a la niñez de la ciudad primada del abuso y el cruel injusto reparto. Este 24 de diciembre será su final, se confortaba, mascullando su plan paso a paso, para enderezar este acertijo, y revelar a Dios y el mundo en estas navidades la verdad, la cuestión esencial sobre Papá Noel en estos predios tropicales. Estaría desde las 11:00pm en toda la Jhon F. Kennedy, que hizo Kennedy por este país se preguntaba, un ejercito de 17 drones se encargaran de patrullar  toda la avenida, con sus elevados y esquinas. Aquí ni el atormentado de Hans Castorp, desde su Clínica de siquiatría  en la montaña mágica, va a escapar de mi cerco, de mi férrea voluntad de revelar la verdad…………Un poderoso reloj despertador de Batman suena insistentemente y despierta Pelayo; que sueño tan extraño piensa, al rato recuerda el dia, presuroso y nervioso sale raudo y veloz al árbol, a vivir aquella fotografía del dia mas esperado; ahhhhhhhhhh se reconforta, está repleto de regalos vistosos, que cosas soñar ingratitud sobre mi amado y generoso Papá Noel, el clímax del momento opaca las tristes reminiscencias de una cruel pesadilla, sueño;sueños son. Bien vale jugar en esta fría y colorida navidad.