"Solo puede ser feliz siempre el que sabe ser feliz con todo." Confucio
Dos cariñosas crocantes galletitas,
fino chocolate con dejo amargo continental
dulce de leche espeso y batido con estrellas.
Alfajor Havanna amor delicado eternidad
con la estampa de Palermo tan porteño,
sentando en un banco frente a la plaza Italia
toda una caja uno por uno como versos de dioses,
estrujando las coberturas con porosa afinidad
el derretido tibio en la boca en cada mordida
con compulsión afectiva decidiendo felicidad,
como los primeros besos húmedos de la vida.
Alfajor Havanna amor delicado eternidad
bañados hasta cubrir los dedos de chocolate
flexibles repletos de textura y aroma a pampas,
Mar de Plata en cada bocado de dulce gastronomía
con el sabor cultural del Facundo de Sarmiento,
mirando las aterciopeladas paredes del zoológico
con la ceguera y las mil noches de Borges.
Alfajor Havanna amor delicado eternidad
con un cortado aromático y sin agua
para no diluir las chispas divinas de su poder,
la cadencia de su sencilla metáfora exquisita
su canto a vacas y gaucho con fuego y lluvia,
cacerolas místicas manjar oscuro de poder.
Alfajor Havanna amor delicado eternidad
destino inolvidable en el recuerdo mental,
allí sentado en aquel rústico banco de parque,
Argentina en todo su esplendor y decadencia
bocado a bocado lamiéndome los dedos,
postre poema en dulce recuerdo, sello y placer. . .