CIVILIZACIÓN O BARBARIE
"La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona."
Voltaire
¿Qué queremos como nación? En todos los intentos por desplazar la barbarie en esencia e instaurar el imperio de la ley, la hegemonía de las instituciones, la luz de la meritocracia para suplantar el status quo e instaurar el ascenso del desarrollo del pueblo dominicano hemos fracasado.
Los trinitarios cristalizan su poema de libertad y el pragmatismo de clases dominantes se impone; tras el primor de la verdadera gesta de independencia, "La Restauración", aún con sus matices económicos de los tabaqueros, quiebra ante el pragmatismo de caudillismo mesiánico con la caída de Espaillat. Y los nuevos fueros populistas y caudillos regionales con los Báez, nuevamente en el fervor del vacío propio de la montonera, el regionalismo y la des-compactación de lo nacional surge un Cáceres con aires y matices de modernidad dispuesto a tirar los cartuchos de la popularidad para enderezar el rumbo, aplicar el imperio de la ley y desterrar la idea de tribu en lo dominicano para compactar el Estado de todas aquellas veleidades de ese fantoche alicate de Luperón, espada restauradora, que se llamó Lilis Heureaux; y justo en la cúspide muere asesinado en el malecón con el trinar del mar Caribe Cáceres, nada más y nada menos que ejecutado por cabezas pensantes como los Tejera,nueva vez surge una esperanza con Hostos y la escuela Hostosiana.
La ciencia y la escuela laica dan paso a la formación de elites, de un renacimiento tardío, en estos predios caribeños; los Lugo, los Peña Batlle, los Henríquez traen al debate nuevamente la cuestión: Civilización o barbarie, no tardó cuando las condiciones del Caribe frontera imperial trascienden, la doctrina Monroe ampliada trae la intervención del país, de las aduanas, para cobrar sus platas. Y, como consecuencia, otro ciclo modernizacion se abre: Autopistas, sistema de títulos de tierra, agua potable, puentes, orden y progreso vinieron de la mano con las tropas del comandante Knapp; el suelo mancillado fue defendido, sobre todo por esos discípulos hostosianos que salieron a defender la dignidad nacional y a recordar al ethos nacional el pasado valiente de la dominicanidad.
Tras la salida de los gringos, ahí está la historia de 30 años de dictadura trujillista: orden a sangre y fuego que quizás, además de definir claramente la frontera, con Peña Batlle a la cabeza, hizo aportes al corpus de la identidad nacional, aunque probablemente por motivos personales y sospechosos, pues esto era más o menos su finca. Tras la muerte del tirano y el vacío de esa mano de hierro, el sueño de juventud, la efervescencia del momento y el sueño marxista de igualdad florecen.
Un Bosch sabio y con capacidad política entiende la realidad y asume el Borrón y cuenta nueva, la paz y la armonía de todo el pueblo, trujillistas y anti unos, gana arrolladoramente pero era un hombre muy avanzado,pero no supo leer el arte de lo posible y la necesaria transición de barbarie a civilización. Su personalidad polémica e intransigente fue caldo de cultivo a un nuevo vacío, el golpe… el duro golpe y la nefasta guerra… los doce años pragmáticos pero llenos de terror para una realidad que estaba ahí en las narices de un estadista de la estatura del Dr. Balaguer; un gobierno que echó raíces con luces y sombras, que lidió con una destrujillizacion de unos guardias nefastos y criminales…
Viene la esperanza de un Guzmán, que quedó en sus aportes a la libertad del ser y de expresión indudables conquistas, pero con muchos desaciertos económicos propios del momentum mundial, de la naturaleza y de la expresión de la verdadera identidad nacional; las arcas nacionales como botín, como posibilidad de ascender en la pirámide social, y entrar en la acumulación originaria, en la riqueza parasitaria política, expresada en todos los gobiernos post Trujillo: Balaguer, Guzmán, Jorge Blanco. Y nuevamente un Balaguer, revivido por las lides del PRD incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos, dieron paso a un presidente viejo y ciego pero lleno de ansias de poder hasta la locura, e instauró ese nuevo periodo de los 10 años, donde con corrupción y valentía de enfrentar los grandes temas como el petrolero y los déficits, entrega a su delfín a los herederos del gran literato y político Bosch, un avión a 22,000 pies de altura, como parafraseó ahí en la Máximo Gómez con Kennedy, probablemente ese primer gobierno PLD lleno de sueños y deseos honestos de cambio ha sido lo mejor en los últimos cien años.
Luego se impone la barbarie, el descontento de las masas y los reformistas que no chuparon la teta, y sube nuevamente el PRD con la chiva amarrada en la Máximo Gómez 25, y todo lo demás es historia. Estos marxistas-leninistas maleados en la buena vida y los placeres terrenales del poder, del poder total como es gobernar en estos pueblos de "democracias" frágiles, se instauraron y siguen ahí con el libro del caudillismo y el pragmatismo, y vuelve la pregunta: ¿cuándo daremos el salto, civilización o barbarie?… Escucho a Borges en su diálogo sobre el Martín Fierro y el Facundo… he ahí la cuestión.