Hace 150 años de la publicación de 20,000 leguas en viaje submarino. Julio Verne prolifero orfebre del cuento, encantador de imaginación e sueños de millones de niños en todas las épocas y todas las edades sigue presente. Su obra trasciende los tiempos, se eleva al Olimpo junto a los grandes con categoría de atemporal; estatus de permanente. Maestro y artífice del cuento futurista, vanguardista consumado que trascendió los confines de Francia y surcó todo el globo terráqueo. Eslabón aquilatado de la imaginación renacentista de Da Vinci en los 1800.
El profesor Pierre Aromax, su acompañante Conseil. El aroma a primer mundo del puerto de Brooklyn al abordar el buque de la marina de guerra estadounidense Abraham Lincoln. La encantadora personalidad del arponero canadiense Ned Land. La hermosa narrativa y la descripción paso a paso del encuentro con aquel casco de acero, que se creía un cetáceo de enorme proporciones y era el Nautilus. El futurista submarino al mando del capitán Nemo, inmortalizado por Disney en todo el universo. Las peripecias por la Atlántida, la Polinesia, el mar Rojo, las costas lejanas de Oriente y el Mediterráneo. El lujo de detalles de Verne sin conocer, fruto de una privilegiada imaginación al describir la enorme riqueza de los fondos marinos. Los océanos, el mar en todo su esplendor y gran magnificencia. Los inventos como el submarino, las escafandras autónomas de buceo, los fusiles de balas eléctricas, la máquina para producir aire respirable.
Años después de mi primer encuentro con Verne llegué a Disney. En aquellos tiempos Magic Kingdom tenia una atracción de 20,000 leguas de viaje submarino. Me monte varias veces. El recuerdo de aquellas fascinantes lecturas me extasiaban a bordo del submarino. La grandeza de aquellas palabras y hermosa imaginación me deleitaban en cada gesto, en cada toque del periscopio de aquel submarino cual Nautilus en Disney. Desde aquella instalación el sabor poderoso de la lectura, la consumación de lo pensado e imaginado que toca, sueña, palpa y siente.
Hoy vuelvo a soñar. Junto a mis hijos en la majestad del canto apacible de un cuento nocturno. En el deseo de proseguir la humana tarea de contar, narrar siglos después historias que deleitan y dan sabor al viaje de vivir. El recuerdo del capitán Nemo rebelde, ayudando al humilde cazador de perlas de los mares de Oriente de no ser devorado por aquellos poderosos escualos. El Maelstrom con sabor nórdico al caer el profesor y científico Aronnax, Conseil y el arponero Land en su fascinante escape y llegar sanos y salvos a las costas de Noruega. Hoy celebro los 150 años de tu célebre relato del genero literario de ciencia ficción: 20,000 leguas en viaje submarino. Revue Monsieur Jules Gabriel Verne, gracias genio universal.