Los reclamos, un pueblo despierto, alerta y dispuesto a tomar las calles, pacifica y civilizada mente , para expresar sus legítimos derechos, para exigir el buen uso de los fondos públicos limitados, es una necesaria y deseada expresión de mucho valor para el momentun del juego político de nuestra democracia en construcción . Nuestra evolución democrática muy caracterizada por arritmias, ensayos, nos ha costado lagrimas, sudor y sangre . En la belleza de este fenómeno del momento , en lo favorable de estos vientos foráneos para agarrar el toro por los cuernos y trascender con esta tarea pendiente de la corrupción y la impunidad desde los inicios republicanos , no podemos retornar a la montonera de un manifiesto de mesías , de salvadores de turno que pretenden derramar la democracia, sin contar con la voluntad del voto popular y erigirse en la salvación de la república con el simple aval de sus plumas y su acervo de cultura e intelectualidad.El colectivo del país político va mas allá de figuras y sus intereses particulares, muchos firmantes sospechosos por cierto. El único camino hacia la razón y la civilización es mas democracia . Imponer la visión-país de minorías , truncar el camino de nuestra frágil democracia en construcción de la mano de "figuras" que probablemente no representan, ni poseen un real prestigio que enarbolan; pero la voluntad popular les regatea . La sensatez debe primar, para poder capitalizar esta hermosa oportunidad, y no destruir lo que tantos años y sacrificio nos ha costado. Es momento de liderazgo valioso, que nos derrame sabiduría y fortaleza en estos oscuros y a la vez oportunos momentos patrios.