In Poesía

ODA AL PARQUE MIRADOR

Ni el Mirador se salva,
pulmón repleto de verdor para respirar,
lugar mágico de esparcimiento para la capital,
no discrimina y todos van a disfrutar,
aires cosmopolita con sabor a civilización.
Parque Mirador oasis de serenidad,
contacto con la naturaleza,
el verde aroma con el canto de los pájaros,
para ejercitarse o solo meditar,
amplio para el disfrute familiar.
Parque Mirador oasis de serenidad,
necesidad imperiosa con tanto ruido,
bálsamo para el fervor hostil de la ciudad,
remanso de paz y quietud ante el desorden,
aliento vital para soportar y sobrellevar.
Parque Mirador oasis de serenidad,
sabrosa perspectiva desde la bicicleta,
el aroma frondoso paso a paso,
al caminar el crujir de sus hojas con olor natural.
Parque Mirador oasis de serenidad,
ya te quieren echar mano; que busquen esos 10 metros en sus campos de San Juan,
peste púrpura maldita y onerosa,
contrarios al espíritu hoy de las grandes ciudades,
que procuran mas el ser y sus espacios,
criminales urbanistas busca negocios.
Parque Mirador oasis de serenidad,
ténganse miedo con levantar estos polvos de estrellas,
ese parque nacional no lo tocan ni los San Trujillines,
no busquen que el eco de indignación en estadios y restaurantes,
repiquen y tiñan la Anacaona con su dolor toda la sociedad.
Parque Mirador oasis de serenidad,
venga a ver Dr.Balaguer estos enanos de estadistas sin conciencia verde,
que truenen sus huesos ante esta triste cultura de cemento y petróleo,
eleve pues su verbo enardecido con sus eternas caminatas.
Parque Mirador oasis de serenidad,
mi memoria de recuerdos y de mis hijos con sabor a domingo,
espacio para elevar almas al fragor del espíritu,
no pasará; basta ya!

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