Ya La Francesa era parte del pasado. Nuevos aires en el local con un letrero Granier panadería, cedía el paso a un Santo Domingo en ciertas áreas con pretendidos aires cosmopolitas. Anselmo Paulino Roncones desayunaba plácidamente junto a su fiel asistente y amante Claudia Pedralles. El terrible calor de los tiempos les hizo abandonar la ciudad de Ovando desde sus últimos encuentros a mediados de junio. Granier, con potente aire acondicionado, era generoso lugar para desayunar con relativo buen servicio y las paredes transparentes con la prisa de la urbe a simple vista. Los cafés, los croissants, el pan de chocolate finamente hojaldrado y azucarado, …