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PATATAS BRAVAS A LA VIGIL

Disfruto la cocina. Es una parte esencial de mi terapia ocupacional, de mi ocio en tiempos de pandemia. Me considero un curioso, un alumno de muchos años en el arte. No he seguido un método específico, no lo he estudiado de manera académica. Más bien empírico, observando desde pequeño a mi padre, a mis abuelas, a amigos de la vida con la misma pasión. La observación y el feeling desde mis visitas a templos culinarios por el mundo, junto a la valiosa herramienta de ver y escuchar a grandes chefs desde plataformas como Youtube. Desde la mejor cátedra -la práctica- con amor llevado por los instintos, junto al frenesí que busca sabor y la gloria culinaria. Pasión, esa cuestión que asocio al alma con poder de transformar como la luz y en este tema nos mueve por ignotos y maravillosos universos del paladar. Ese arte legado por los dioses que nos permite convertir lo simple en grandioso.

Las Patatas Bravas son simples, llenas de sabor con color y majestad. Su fama y protagonismo atemporal lo afirman. Existe todo un debate sobre la originalidad de las mismas, hay tantas recetas como establecimientos gastronómicos. Entendemos las originales son de Madrid. Pero sin ser doctos en la materia y ningún animo de debatir pienso todas tienen sus encantos y todas sus particularidades posibles a cada paladar. Para cada gusto una Patata Brava, les comparto mi receta de Patatas Bravas a la Vigil:

INGREDIENTES

para 3-4 personas, a según………

6 papas de buen tamaño, una cebolla picada, dos dientes ajos picados, 1/3 taza tomates fritos, 1/3 taza de pasatta, 2 cucharas de pimentón dulce, 2 guindillas, 1 cucharita de Tabasco o 1-1/2 depende gusto picante, dos cucharadas de harina, 3/4 taza caldo de res o agua, poco azúcar y sal al gusto.

LAS PAPAS

Lavarlas hervir 20 minutos con todo y cáscara. Luego dejamos enfriar y pelamos. Cortamos en dos y luego en dos. Una especie de 4 rectángulos que vamos a picar en dados. Luego freímos en oliva hasta que estén doradas y crujientes. Al hervirse previamente la sensación de ternura en cada bocado será espectacular. Sal al gusto.

LA SALSA

Sofríes la cebolla y ajos en oliva hasta que brillen y suelten sus jugos. Incorporamos los tomates fritos y la pasatta. Bajamos un poco el fuego después se mezclen bien y proseguir moviendo constantemente con cuchara de madera. Después el pimentón dulce y batir bien para buscar se incorpore perfectamente ( no dejar el pimentón en el fondo sin mover pues agria) poco de azúcar y sal e incorporas la harina junto al caldo de res o agua. Bates y bates esto se hará una gratisima pasta. Añadimos las guindillas sin picar -solo para estar ese tiempo en la salsa y perfumar al final sacar- luego de gorgotear y estar todo en uno apagamos fuego. Luego batimos la salsa en una batidora para que se vuelva mas líquido y sin asperezas, le añadimos poco más de caldo o agua para batir.

Servidas, colocadas las crujientes y doradas papas fritas -previamente estar en plato con servilletas de cocina para chupar grasa- las bañas con la Salsa Brava a la Vigil por arriba en una hermosa química de fusión al paladar. Muchos les gusta agregar salsa Alioli. Yo estas Patatas Bravas a la Vigil le pondría -si les apetece- el Alioli aparte; y sumar en cada o algún bocado buscando diversidad. Que aproveche.

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