In Cultura

ADIÓS A LAS ARMAS

PAZ EN COLOMBIA

"No soy un hombre, soy un pueblo,

y el pueblo es mayor que sus dirigentes."

Jorge Eliécer Gaitán

9 de abril de 1948. Se celebraba en Bogotá la 9na. conferencia panamericana, un nuevo orden geopolítico global recién se instalaba, el mundo bi-polar era ya una realidad en ciernes y el peso e incidencia norteamericana en toda Latinoamérica una verdad abrumadora. Entre los participantes en la conferencia se encontraba el General Marshall, estratega del plan Marshall, y visionario del rol norteamericano en el nuevo orden mundial. A la 1: 00 pm de la tarde, en una Bogotá brumosa y caldeada, asfixiada por las pugnas y luchas de clases entre liberales y conservadores, es asesinado el abogado y líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Este horrendo hecho desató una desobediencia civil impresionante. El Bogotazo, triste célebre acontecimiento, desató el ruido y la furia de todo un pueblo oprimido en libertades, incapaz de expresar sus deseos de cambios encarnados en este líder, tribuno exquisito y pico de oro de altos vuelos que conquistó todo el corazón y el alma de los colombianos liberales.

A partir de ese momento, génesis de las FARC, hasta nuestros días, no hubo nunca más paz en Colombia, la sangre de más de 200,000 personas, secuestros, torturas, posibilidades infinitas de narcotráfico, atraso, miedo, opresión y muchísimos otros más calificativos han sido la realidad de este noble pueblo, digno de mejor suerte, con gran cultura, inmensas capacidades industriales y agrícolas, con enorme potencial y riquezas. Hoy surge un nuevo presente 68 años después, la infinita posibilidad de dejar desplegar el horizonte colombiano y darse todos el abrazo, el ¡basta ya!; encarnar en esta era digital la "Manifestación del Silencio" del Dr. Gaitán y enrumbar a la gran Colombia hacia el progreso, la dignidad, la paz y la confraternidad.

Esperamos, pues, que el plebiscito confirme la tan deseada paz firmada en La Habana; deseamos que el eficiente y enérgico líder, el ex-presidente Uribe, dé un paso adelante, se dejen atrás los resentimientos, los genuinos dolores y cicatrices que produce la guerra.

Paz en Colombia, fraternidad para ese gran pueblo, 100 años de amor a la tierra del Gabo… mientras celebro desde este Caribe frontera imperial, con el recuerdo de mi mente, con las místicas creaciones gastronómicas de la colonial Cartagena de Indias, preciosa, portento perfume del imperio español… en los muros de Cartagena, con un aroma a mar Caribe y vestigios de progreso celebro con una exquisita arepa de huevo cartaginesa… simple, aromática sabrosa… Oh Gaitán, muchos años después en el pelotón de fusilamiento recordaría tu marcha del silencio, y conocí el hielo… el frío brumoso del sabor a libertad.

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