Era un viernes cimarrón. Las huestes de Ovando bajo el amparo de las Mercedes seducían para imponer los vestigios de civilización. La fecha por esas cosas misteriosas me trasladaron en un viaje de memoria a la ciudad de Ovando, el desarrollador. Mi niñez fue siempre salpicada por la hermosa ciudad colonial, hoy patrimonio de la humanidad. Muchos domingos luego de asistir en familia al oficio religioso del Convento de los Dominicos visitábamos los reducidos altares gastronómicos de la época.
Los imperiales era uno de los preferidos. Emblemático lugar de capitaleños cuyo salón de mesas con la altura de dos grandes escalones, el patio español por donde desfilaban las tiernas hamburguesas partida en dos hacia el comedor y aquellos gigantes abanicos cual molinos de viento que nunca olvido. Aparte en un cuadrante al lado su afamada heladería. Aquél helado de mantecado. La crocancia de sus finas barquillas inolvidables. El aroma salvaje con toda la delicadeza soleada de los trópicos de la uva de playa. El cual era el producto estrella que le dio fama y nombradía mística a los Imperiales. La versión sorbete de Uva de Playa su buque insigne. Simple y aterciopelado desde la porosidad de la piel de las uvas. Con un leve dejo señorial agri-dulce de proporciones místicas sensoriales que evocaron generaciones. Provocaron cópulas gastronómicas a multitudes de parroquianos que peregrinaban con sed de sabor y grandeza por la calle Hostos.
Hoy día de las Mercedes. Junto al recuerdo del cumpleaños ese día de mi adorada abuela Nieves, quien era una repostera de altos vuelos. Tras espirituales inmersiones matutinas en el mar Caribe salí con la determinación de recrear aquellos recuerdos llenos de sabor. Sin más les comparto mi receta de helado de Uva de Playa La Créme Ponty:
INGREDIENTES
1-1/2 tazas de puré de Uvas de playa (escogidas a mano en mata de patio con vista a la bahía de Ocoa), 3/4 taza leche entera, 2/3 taza de azúcar, 1 pizca de sal, 2 tazas de crema de leche (Whipping Cream), 1/2 cucharadita de vainilla y leves ralladuras de limón.
EL PROCESO
Lo primero macerar en agua con azúcar por dos horas las uvas de playa en nevera. Luego retirar las semillas y licuar la pulpa, el jugo con poco de agua del mismo macerado vertiendo durante el licuado con alguna cáscara, no todas. En un boul la leche, la azúcar, vainilla y ralladuras de limón. Con un molinillo batir y batir. Luego agregamos la crema. Batir y batir. A posteriori agregamos a la cremosidad el puré de uvas de playa. Batimos y batimos. Ya listo colocamos el boul en el congelador por dos horas. Para la producción usamos una máquina de helados casera Cuisinart. Luego de dos horas retiramos ya la crema compacta del boul y la vertimos en el envase inoxidable de la maquina (tazón congelador) y batimos todo en la maquina por 20 minutos hasta que se espese. Si desea que sea más firme, ponerlo en un recipiente hermético y congelarlo durante aproximadamente 2 horas más. Sacar del congelador 15 minutos antes de servir.
Esta variante del helado de Uva de Playa de los Imperiales fue generosa. Con alegría. Repleto de recuerdos desde el agradable sabor y derroche de cremosidad les compartimos nuestro helado de Uva de Playa La Créme Ponty.