Triste fluir, espejo del pasado esplendor de la ciudad de Ovando ,
tu hedor, las lágrimas de tus aguas heridas y oxidadas en el olvido ,
tu hermosa historia de viejas glorias, rendidas al ruido ; que os da las espaldas ,
nada vale remozar , procurar vientos y aires cosmopolitas en la vieja ciudad ,
sin devolver tu brillo , aquél poderoso fluir de tus místicas aguas preñadas de historia.
Río Ozama místico , el recuerdo de las huellas del prócer , en tus espumas batidas.
Benítez Rexach maldito , tus cloacas inmundas profanaron el alma de la ciudad ,
cercenaron de la memoria, tú olor a palo seco y lavanda tropical, tú rugir apacible ,
la destilación de  toda la furia estomacal del pueblo, en tus entrañas de noble manantial ,
tu noviazgo eterno con el mar Caribe , tronchado por la dureza del rompe olas ,
Cuantas desgracias rio Ozama , tu fotografía llora orfandad, miseria y abandono ,
somos ese rio ; somos tus lagrimas , tus heridas despiadadas que vocifera tu color ,
Ozama; somos ese río; memoria del color de las aguas del subdesarrollo, nuestra rivera retrato del alma ,
Es cierto Borges ; aquí también somos ese río que invocaste Heráclito .