Despertó con la mente poblada de las muchas apremiantes situaciones nacionales e internacionales. Ojo mágico bostezaba y, divisaba el techo blanco 00 de su habitación. Mientras, postergaba pararse de su cama para enfrentar el día. La imagen de la toma de posesión de Bukele, con aquél traje negro y ramos dorados, le era un dèjá vu espeluznante de la figura de su otrora querido jefe. Lo bizarro del proyecto de ley de los diputados, de que el voto tendría que ser obligatorio le era un espanto y, símbolo de la composición de aquella cámara de dudosa eficiencia costo-beneficio. La decisión del Jefe de Estado de …