¿EN BUSCA DEL NUEVO ORDEN?

"Cuando el desarrollo del capital de un país se convierte

en un subproducto de las actividades de un casino,

es probable que el trabajo se haya hecho mal."

John Maynard Keynes

Tras los vientos huracanados del Brexit, Theresa May, hasta ayer ministra de lo interior, asume el flamante cargo de primera ministra, tras la bendición de Buckingham y el consenso del partido conservador. Al arribar a la Downing Street 10, pasó inmediatamente a formar gabinete. Entre las sorpresas, el polémico Boris Johnson, ex-alcalde de la City, pasa a asumir la poderosa Foreign Office para dirigir la diplomacia británica. Las primeras declaraciones de la flamante primera ministra fueron: "No os equivoquéis, el referéndum fue un voto para dejar la UE, pero fue un voto para un cambio serio." Prosiguió la prestante dama egresada de la icónica Universidad de Oxford: "Un país que funcione para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Hay que dar más oportunidades a la gente y ser más duro con los comportamientos irresponsables de las grandes corporaciones, las gentes que supuestamente las dirigen deben rendir cuentas, sobre todo a los consejeros independientes; pero en la práctica, todos pertenecen a los mismos círculos profesionales y el escrutinio que hacen es muy limitado… Fue más allá y aseguró que mientras el FTSE 100 cotiza al mismo nivel que hace 18 años, en el mismo periodo a los altos ejecutivos corporativos se les ha triplicado el salario."

Ante la tristeza del Brexit inglés, por las implicaciones políticas y de unidad global que implican para el más sincero y valiente deseo de unidad de la comunidad europea, tomamos las honestas y profundas declaraciones de la nueva primera ministra británica y pasamos un termómetro al acontecer global, pues sus declaraciones son un reflejo mundial.

Tras la caída del muro de Berlín, el derrumbe de la cortina de hierro y el deshielo del sistema socialista, los gigantescos pasos, la poderosa asunción del capitalismo como sistema único y universal nos ha traído su fase sangrienta. A pesar de ser el menos malo de los sistemas, tal como apuntaba Churchill, la democracia capitalista, hemos visto que esta fase de capital financiero, economía de casino, la creatividad de riquezas de puro papel, sin trabajo, sin productividad, sin respaldo real de esfuerzo ni creación tangible, enseñorea su fase cruel e insaciable, como el fresco de Francisco de Goya y Lucientes, cual Saturno devorando a sus Hijos… este retrato del malestar inglés es mundial, es el sentir de enormes mayorías por todo el globo terráqueo; los mismos y más dignos representantes de las elites que sí han visto multiplicar sus ingresos, como los Warren Buffet, son los primeros en afirmar, tal como apunta el Nobel Stinglitz, el "malestar de la Globalización" está, y está enseñoreando puntos álgidos… es oportuno el equilibrio, el balance social. Y que esta cruzada la lidere la derecha del partido conservador británico dice mucho, vale mucho. Siempre hemos creído en el pragmatismo y ubicación de lo posible y real de la derecha, libre de sueños izquierdosos de igualdad, pero práctica en el ejercicio del equilibrio para la cohesion social.