Al despertar aquél tirano sabor amargo de la mascarilla China en toda la tráquea. El despertador marcaba las 5:07am. Inmediatamente Jacques Le Bon se incorporó a la vida. Que cosa extraña esto de dormir pensaba Jacques. Es como una preparación, un memento mori del desenlace final. Sueños dorados o pesadillas eternas. He ahí el paraíso o el infierno suspiraba. Era un martes cualquiera en la agenda de Jacques Le Bon. El día anterior habría tenido una conversación telefónica con el Ingeniero Garganta. Hombre de luces y una especie de Funes el memorioso tropical. Toda la conversación giró en torno al Foro Público. Aquella aterradora columna …









