Era un animal de costumbres, ya la cuarentena pautaba sus ritmos, sus hábitos. Domingo sin prensa pensé. Los periódicos eran una gran distracción y un placer que me acompañaba desde mi niñez. Desayunar con la prensa me agrada, es un mágico paseo por los acontecimientos que serán la historia del futuro.
Entré en la cocina y abrí la nevera. La masa de la leche frita, preparada la noche anterior, me aguardaba silenciosa, compacta, perfumada con vainilla y cáscara de naranja. Manos a la obra, un silencio con sabor a eternidad filtraba desde la calle por toda la cocina. Corté la masa en cuadritos, los pasé …









