A Nicolás Guillén, caribeño total. . .
Huracán, tu rugir salvaje desde el Africa continental , dios maligno de nuestros Taínos, siempre retornas con tú furia , destrucción, la realización de que todo es nada en realidad , tu alma repleta de ímpetu, arrodillas todas las obras al polvo tropical , humana pretensión ingenua, todos los años este temor ancestral , lluvia de besos sangrientos, desnudas la miseria con brisas de mar , impotencia, la naturaleza ruge su canto con un poder total , sonido desde mis oscuras energías de mi trópico intimo , a Guillén y su Sóngoro Cosongo, tambores de pieles curtidas , …









