Lo que quedó en las mentes de personas como Adolf Eichmann, dice Hannah Arendt, no es una ideología racional o coherente, sino simplemente la noción de participar en algo histórico, grandioso, único sentenciaba la filósofa, escritora y teórica política alemana. Hannah Arendt, quien fue corresponsal de la revista The New Yorker en el famoso juicio al Nazi, continúa en su análisis: Eichmann no es de ninguna manera un Mefistófeles. Para Eichmann todo era realizado con celo y eficiencia, y no había en él un sentimiento del bien o el mal en sus actos. Estupefacto y frío, aún el calor en Septiembre, Anselmo Paulino Roncones recordaba …