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LA VIÑA DE NABOTH

Llegó la campaña. El hedor nauseabundo a reparto y ubres magulladas de la vaca nacional. El recuerdo del embajador Benjamín Sumner Welles y su triste célebre libro la Viña de Naboth en cada gesto, en cada arrebato de los Trujillines de turno. El contubernio y la mentira. El tigre binbin sediento en cada eterna posibilidad.

Anselmo Paulino Roncones saboreaba con donaire y majestad un derretido de queso amarillo. Junto a un morir soñando y un cortado en el palacio de la Esquizofrenia. Los aires del parque Colón, los turistas y el sabor de la plaza le deleitaban, el recuerdo de aquel Santo Domingo le producía nostalgia. Llegó Claudia Pedralles su asistente. Para continuar el manuscrito de sus memorias. Anselmo dictaba 3 horas en cada mañana con la vista de Borgellá y la catedral primada. Fíjate Claudia, continuando tras el punto de ayer, que el segundo y tercer gobierno del Dr. Fernández fueron diferentes al primero. Una especie de adaptación y pragmatismo a la fauna del hombre de Villa Juana. Quien en su primer gobierno; imberbe con los cadillos de abogado del estado e inexperto en el manejo de fieras, hizo cambios y trato de hacer esfuerzos en lo institucional. Casi lo sacan a patadas de la Dr. Báez. Necesitó la gran crisis financiera corrupta y vergonzosamente mal manejada, y por ende económica de Mejía para resucitar como Mesías en la fauna política. Vino con otro librito. Una hamaca y fuertes vientos tropicales a gobernar. Claudia fui un Trujillista pragmático. Equivocado quizás. Pero convencido de la mandurria necesaria es este clima repleto de ignorancia y vagancia. Pena fue un cuatrero como nuestro Trujillo y no un hombre de estado como Franco suspiro.

Hoy no voy a dictar. Las responsables denuncias de Somos Pueblo con pruebas y señales del descarado y goloso nepotismo de estos padres de la patria me abruma. Me asquea, me desalienta los ejercicios de memoria. La burda manera de nombrar hasta el perro de la casa con dinero público sin ningún tipo de consecuencias. La actitud del poder al ignorar sordo el vox populi, como mensaje subliminal y respuesta al ruido y la poca furia de la vergüenza nacional. Diciendo sin decir que el poder es para usarlo. Actuando con su silencio que estas voces agoreras son envidia de la plebe o los idos a menos ausentes del banquete; todos harían lo mismo. Y que desgracia que no todos pero si; muchos lo harían carajo pensaba Anselmo. Está peste púrpura canalla e envilecida por la codicia quebró su misión de concluir la "obra del Prócer", olvidó el líder y profesor amargado aquél que no eran Suizos coño sus alicates en ciernes. Iniciados en las mieles del poder, la fragilidad de sus orígenes y circunstancias. Como el ejemplo del maestro de escuela, actual presidente de la cámara baja, habla de su irresponsable, descarada y corrupta voracidad. La impronta y material humano que destilan los ecos de estas almas pequeñas y sin estirpe humana. Hedonismo y tropel de mal gusto con los recursos públicos a la usanza de las grandes cortes imperiales europeas. Son una vergüenza, una fragilidad adicta al poder, temerosa de pagar consecuencias dispuestas a todo. Truchimanes encopetados en politburó a la usanza marxista. Caricaturas de Corleones tropicales de mal gusto.  No hay pudor, nada pasa. Corre tinta y millares de denuncias en el espacio virtual y no pasa nada. Secuestrados todos los ámbitos del poder. Hasta el aburrido Ozoria este que tanto me recuerda al otro nefasto Ozorio. Ellos son el poder, ellos son el estado carajo, dictadura perfecta. Hay tontos que aún creen que el concepto de dictadura de hoy son los guardias de los años 70 jajajajaja. El poder total corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente vociferaba Anselmo. Claudia aquí estuvieron los gitanos y tuvieron que irse sabias; no había nada que buscar. Pobre país. Tan hermoso y cándido.

Vamos a pasear. Voy a proyectarte la estampa de la ciudad romántica de Ovando de manera distinta. Con unas paletas de coco de Bon en sus manos iniciaron la caminata. Insuperables musitaba, Moreno Martínez era serio y sabio. Salió del estiércol y nos legó estas excelencias. Fueron hasta Santa Bárbara, acariciaron la pila bautismal del Patricio y saborearon las vistas de la vieja ciudad y el olor del Ozama. Bajaron a la plaza España. El Alcázar señorial le alegró el alma. Soltó la bruma, la alegría de vivir se manifestó. Recordó un cuento le hacia su padre y lo compartió con Claudia sobre los andaluces: Comé comeremos poco; pero goza gozaremos ma jajajaja. Recordar es vivir. Algún día acariciaremos las instituciones, el imperio de la ley y la meritocracia. La Grecia del Caribe suspiraba Anselmo con el sopor de las tragedias de Sófocles. Llegará nuestro Pericles y la grandeza de los fríos  mármoles de un Fidias. El Olimpo con nuestro Apolo de progreso real se manifestará. Al descender la escalinatas hicieron un alto en la estatua de Salomé Ureña. Junto al salitre de las piedras de la fortaleza apareció un Argos como el de la Odisea de Homero. Ladraba los versos de Ruinas de Salomé y se esparcían por todo el firmamento. Una leve llovizna con sabor a esperanza humedeció sus rostros.

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