Altos niveles de testosterona en el tablero geopolítico mundial. Los espacios no se ceden. Se pierden u arrebatan en las sórdidas luchas por la hegemonía del poder terrenal. Más que amigos o enemigos son los intereses, y sus consecuentes movimientos tectónicos, los que trazan rumbos para establecer la hegemonía. Son esos intereses por los que se mata, se conspira y se llegan a resoluciones de tierra arrasada para imponerse. Para establecer sus voluntades y apetencias en el llamado orden mundial.
El valor y la determinación son imprescindibles. El asesinato del líder de al Qaeda Ayman al-Zawahiri en Afganistán, junto a la llegada desafiante a Taiwán …