El triunfo de la revolución cubana de finales del 1959 sería un parte aguas. Un volver del Caribe, como frontera imperial, a la prestancia geográfica. Sobre todo las Antillas Mayores que, desde las pugnas por los intereses de las potencias hegemónicas de aquellos tiempos, obtuvieron principalía estratégica como territorios. El favor de aquél protagonismo, y de la lupa puesta en nuestro acontecer se debe al comandante Fidel Castro Ruz y sus barbudos. Que sin dejar de puntualizar lo desastroso que ha sido el sistema comunista, lo desacertada que fue la cosmovisión egocéntrica de Castro para el pueblo Cubano, junto a su anhelo redentor de influir …









