Habría de suceder en un almuerzo. Inquietos en asuntos de la espiritualidad y el más allá los filósofos Iñigo Montoya y Jacques le Bon concertaron la cita. Fueron necesarias varias cartas junto a un detallado recuento del menú y su proceso al mismísimo Fray Vicente Rubio para que este accediera a la invitación. Pautada la fecha Jacques e Iñigo iniciaron los aprestos para el encuentro. Pollo al horno cariñosamente masajeado con mantequilla, ajos rostizados, cebollas caramelizadas en su jugo y sal como plato fuerte. Unas manzanas horneadas con azúcar morena, mantequilla y toque de canela sería el acompañe conforme a lo prometido a Fray Vicente …