En pleno toque de queda cenan empresarios y políticos. Corre el agua bendita para la puta Catalina, con sabor a camarones y teatro de Benavente. Los socios locales de Marcelo tiran los hilos, brindan banquete de realidad y pragmatismo. Amagar y no dar llenan primeras planas cuanto sabor a PRD en el ambiente, el estado no es botín dice el jefe. Repleto de compañeros los ministerios todos desean un carguito; siguen las jeepetas y la caterva de guardaespaldas, el dispendio y los excesos del poder. Inapa y su traje a la medida El 4% y su derroche para la "educación" junto al año escolar, no …