Anarquía con disolución total. La barbarie impera y reina a sus anchas en todo este triste conglomerado humano. Terremotos y huracanes. Sequías desoladoras propias de sus devastaciones e incultura. Robo y explotación inmisericorde de políticos junto a una élite maldita del Levante que no hecha raíces ni conjuga sentimientos de pertenencia, que nada hace por su pueblo ni en pro de la construcción de sus instituciones. Desde el bebé Duvalier, quien destruyó la élite comprometida con la producción y el desarrollo, el poder económico es de unas cuantas familias de ascendencia Árabe de la zona del Levante. Beduinos nómadas depredadores que solo exprimen y explotan …