En la plenitud de su décimo novena reencarnación Jacques Le Bon repetía como mantra junto a Sidharta Gautama "El dolor es inevitable; el sufrimiento es opcional." Sentado con los cielos del Serrallés de fondo desayunaba. La brisa navideña humedecía sus mejillas con inusitado frescor sereno. Unas tostadas francesas de panettone de avellanas y marron glacé mojadas con delicado maple era un lujo. Una fraternidad de deseos cumplidos en todo el espectro de sus papilas gustativas.
El tanque lleno junto a sorbos de aromático café le produjo sueño. La siesta del desayuno de un domingo apacible se le enseñoreaba como ley. Ya recostado se acariciaba el …