Era el año 2023. El Covid como el teteo ( danza en coro de frenesí libertario, nota con supuesta soltura del alma desde lo sexual) junto al sargazo en nuestras playas aún persistía con implacable terquedad. Jacques Le Bon tomó un avión rumbo a Boca Chica, Texas. El plan era que desde allí se iría a Marte en busca de nuevos horizontes. Otras órbitas, no desde aquellos mundos psicodélicos construidos en juventud inquieta, más bien desde inicios y despertares para una nueva convivencia con mayor sentido de civilización para la especie.
Boca Chica era la parte más sur de Texas. Con apenas 30 casas esta …









